A veces, una voz íntima
por Raimundo Marchant

A veces,

Se me escapa el tiempo
en estas manos dormidas,
desaparece como si no existiera.

Y quedan mis ojos vivos
en un universo extasiado,
donde todas mis vidas
en un silencioso aleteo.

Estos versos corresponden a la poeta Patricia Gómez, de su reciente libro “A veces”, Bravo y Allende Editores, 2008.

Gómez es una escritora chilena con una importante trayectoria literaria. Sus textos han sido antologazos en diversas revistas, se han dado a conocer en la XV Antología de Mujeres Poetas en País de las Nubes, editada en México. Además, es una  activa organizadora de tertulias y eventos literarios, donde participan connotados artistas de la palabra.

Su cuidado estético se advierte desde ya en la excelente publicación de “A veces”, libro sobrio, elegante, artísticamente bien hecho, que dan ganas de tomarlo y conocer sus frutos.

José Donoso, nuestro gran novelista casi olvidado, acostumbraba señalar a los jóvenes que una creación no terminaba con la palabra “fin”, que era indispensable ocuparse de la confección entera de la obra, pues nadie más que el propio escritor sabe o intuye el tipo de portada, color de hojas  y formato del texto. Patricia Gómez siguió al pie de la letra esta sugerencia, resultado: ¡un libro muy bello en su presentación!

Esta poeta ha retomado la elaboración creadora con la sugerente palabra “A veces”, que infiere vacío, interior, el todo o nada de algo que no se presume hasta que llegamos a la tinta.

Con este pequeño mundo a cuesta, la escritora conduce a una geografía de caminos breves, que se bifurcan en bosques o pedazos de cielos luminosos, que palpitan en su mundo  interior.

El estallido de emociones intimista de la autora aflora en cada palabra o verso, siempre cortados por un “A veces” que suena solitario, vulnerable, que emana rastros místicos, observaciones existenciales, que pregunta y se desvanece en tardes con hálitos melancólicas.

A veces,

Siento que tengo tantos años,
más de lo que se puede contar,
más de los que son nombrables,
son tantos que perdí mi nombre,
tantos que se borró mi rostro,
sólo conservo estos ojos
que me pesan en la cara,
esos los llevo aún a pesar del tiempo,
a pesar de tantos años
que carga mi memoria,
a pesar de todas las muertes,
y las tantas vidas que pesan
en mi espalda

Si bien las imágenes resultan alucinantes, punzantes y conmovedoras, la autora  trasunta nostalgia, un cuerpo frágil que deshoja una cosmogonía donde el lenguaje se convierte en una doliente campana.

Esta dimensión entre la voz – ella – y el lector - sociedad-, adquiere una fuerza telúrica, estrictamente poética, que si bien entrega signos femeninos, aquello es succionado por el aspecto sobrenatural de la palabra, que interviene, dirige, asoma y desaparece en la habitación de su vientre, donde fluye un volcán que no duerme hace mil años.

Fragmentos de la secreta intimidad de cada uno, cuerpo propio, palabra plural que se extiende en un lúgubre universo, atisbos de búsqueda, sueños, emancipación lírica, “A veces” es un poemario que, al modo de una proyector fotográfico, va captando imágenes del territorio interior, de la salvaje ciudad, que devela la sentencia y maravilla, en un juego que se desborda:


A VECES,
La comprensión se cae en mis párpados dormidos
marcando los dos mundos.

Patricia Gómez ha escrito un texto poético de interesante valor, que merece variadas lecturas, que entra de lleno en el reducido campo de las mujeres que publican y gustan por su escritura.