Literatura chilena, editoriales, negocios y mentiras

A todo recurre una editorial nacional con tal de conseguir un negocio y cobrar por la impresión de un libro a los escritores chilenos.
Este es el caso de Bravo y Allende editores quienes no trepidan en tender una verdadera trampa a aquellos que tienen la mala suerte de acercárseles para presentarles una obra.

Así proceden: primero citan al escritor para decirle que su obra les interesa y que será publicada por la editorial pagándole sus derechos de autor con ejemplares de la misma.
Luego la obra comienza a aparecer como ya publicada, formando parte de una de las colecciones, en todas las solapas de los libros editados por Bravo y Allende.

Esto por supuesto da seriedad al convenio y eleva las expectativas del autor a quien se le pide que tenga paciencia y confianza.
Más adelante, después de lo que se convierte en un interminable trámite, el editor se encarga un día de manifestarle al escritor los enormes problemas financieros por los que supuestamente pasa la editorial y, enseguida, lisa y llanamente le pide dinero para publicar su libro.

De ahí en adelante el convenio cambia: si el escritor no paga el libro no se publica.
Curioso resulta aquí que a Bravo y Allende le da lo mismo que el nombre del autor y de la obra, con su debido registro intelectual, aparezca falsamente como publicada, engrosando su oferta editorial.

Parece que el negocio está difícil y, uno que otro, finalmente, caerá.

Curiosa estrategia que recurre al engaño para presionar y cobrar al entusiamado escritor que sueña con ver su obra editada.
El mismo gremio debiera sancionar prácticas tan escandalosas como estas.