Tiempo de vivir: un nuevo libro de Juan Antonio Massone (Santiago, 1950). Uno más de su elevada y prolífica creatividad. Esta vez una antología de poesía religiosa chilena en honor del Bicentenario, publicado por Ediciones Agustinianas y dedicado a la memoria del Padre Alfonso M. Escudero, O.S.A., aquel maestro incomparable.
Ya en la introducción ---“Del infinito en la voz”---, Massone, este “peregrino inquieto”, formado al alero de nuestro Padre San Agustín, nos alerta sobre su contenido: las reacciones ---los poemas--- que los vínculos entre lo humano y lo divino, con fundamento e inspiración bíblicos, han provocado en un elevado número de poetas nacionales.
No era tarea fácil antologarlos, por lo que significa toda selección. Y bien eligió el Padre Osvaldo Walker, O.S.A., autor de la idea, al pensar en Juan Antonio Massone para realizarla. Porque este agustino de corazón, profesor, poeta y Académico de la Lengua, reúne en sí todas las características necesarias para acometer con elevación y dignidad tal empresa: conocimiento, sensibilidad, buen gusto.
En efecto, el logro es evidente. Ciento cincuenta hermosos poemas en que “la mayor parte tiene a Cristo de protagonista; luego, varios otros de corte mariano, un tercer grupo dedicado a santos, a destacadas personas, a lugares”, como señala el antólogo, agregando que “El conjunto admite la actitud orante, la reminiscencia, la reflexión, el elogio, la demanda de perdón, pruebas de que lo religioso no es motivo segundón, sino amplio, central, variopinto”.
Diferentes escritores, de distintas épocas, consagrados y emergentes, con usos métricos muy variados, que van desde la magnífica forma estrófica del soneto en Juan Guzmán, Óscar Hahn o Miguel Moreno, pasando por el caligrama de Magdalena Fuentes, hasta la inimitable prosa poética de Gabriela Mistral, conforman esta selección en la que la palabra belleza resplandece sobre el conjunto.
Otros interesantes autores que integran este libro son: Miguel Arteche, Rosa Cruchaga, Joaquín Alliende, Roque Esteban Scarpa, Patricia Tejeda, Edgardo Alarcón, Matías Rafide, Delia Domínguez, Ernesto Langer y varios más.
Valiosa y útil selección. No podía ser menos viniendo de quien, uniendo religiosidad y poesía, nos regaló en su momento el poema “Tres es el número perfecto”:
Tres son las PERSONAS PRIMORDIALES,
los años ocultos del Mesías fueron treinta,
tres los Reyes Magos y la Sacra Familia,
m últiplo de tres los doce apóstoles,
tres en el Tabor y tres en el Calvario,
fueron también tres los años públicos,
tres veces los dejó velando en los olivos
y por otras tres los halló dormidos,
las negaciones tres y las horas de la Cruz,
tres veces Cristo dijo: “¿Tú, me amas?”,
las consultas de los jefes fueron tres,
Pilato vaciló también tres veces,
treinta monedas fue la tasa para el Hijo
y el velo del templo se rasgó a las tres.
Al tercer día resucitó de entre los muertos.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Amén.