Carne de perra, de Fátima Sime
por Marcelo Bertrán

 

Leí el libro Carne de perra de la escritora Fátima Sime que publicó la editorial LOM, y tengo que reconocer que he quedado impactado. Y mi impacto tienen que ver con varias cosas, por una parte, lo bien escrito que está, es decir, Carne de perra, es un texto trabajado, donde la combinación de narradores provocan inflexiones en el discurso, dinamismo. Tenemos una historia que juega, en forma magistral, con escenarios conocidos, con un Santiago fragmentado en tiempos de dictadura. Con una historia (del personaje), hecha de retazos, de fragmentos que se van completando a lo largo del relato. Por otra parte, tenemos personajes muy bien logrados, llenos de contradicciones. Personajes reales, de un país real, de un Chile que el discurso oficial quisiera olvidar.

Esta novela nos cuenta una historia posible, propone actores y escenarios posibles, dentro de un marco histórico que logró romper las imposibilidades del actuar humano (en Chile); la autora reconstruye esa historia a través, no sólo de un hecho histórico, sino, que a través de la vida de una mujer. Con un estilo directo, Fátima Sime se adentra en los vericuetos y subterráneos de una relación entre un torturado y su víctima, es la historia de una enfermera secuestrada por la policía secreta de la dictadura y entrenada, para participar en un asesinato político. Esta versión de los hechos, no nos cuenta la verdad, sólo nos propone otra forma de ver la verdad.

En Carne de perra el personaje actúa como metáfora de un país. La enfermera (el personaje de la novela) sufre del Síndrome de Estocolmo, se convierte en cómplice de su secuestrador, ayudando a su captor a alcanzar sus fines. Hoy, nos encontramos con un país que convive y ayuda a sus secuestradores, un país con Síndrome de Estocolmo. Un país que cohabita, día a día, con sus torturadores.

Carne de perra el primer libro de Fátima Sime sin duda se convierte en un aporte a la literatura chilena.