Fuera del lugar

por Fernando Jerez

 

Uno no puede sino admirar el esfuerzo y la pasión que algunos tozudos brindan a ciertas actividades que sólo demandan sacrificio durante su etapa de gestación a sabiendas que finalmente cosecharán sólo indiferencia. Afortunadamente, en literatura abundan unos señores que se lo pasan un tiempo largo escarbando en las bibliotecas, a veces años, leyendo cuanto documento, libro o diario encuentran sus ojos ávidos. Y siempre guiados por un norte, por la idea fija de desarrollar un tema, entenderlo, interpretarlo y entregar su apreciación a los demás. Lo que no deja de sorprender es la cantidad de amor del bueno que agregan a su empeño inclaudicable y a veces demencial. Digo esto a propósito de "La novela chilena fuera del lugar", el libro publicado hace algún tiempo, por el escritor y pedagogo Salvattori Coppola. Se trata de un trabajo de exhaustiva investigación que recoge, clasifica y analiza una buena cantidad de obras narrativas escritas por los chilenos obligados a vivir lejos de la patria tras el golpe militar. Coppola nos recuerda que las obras literarias creadas y producidas en el exilio tenían ya antecedentes de dolorosa gestación en el pasado y nos remite a los tiempos de Juan Egaña, cuando evocando su destierro en la isla Juan Fernández, escribió "El chileno consolado en los presidios". En parte de su dedicatoria a doña Isabel Egaña, expresa: "desde el día que llegué al presidio, padezco un desfallecimiento, y tan penosas fatigas con la miseria y tempestades del clima, que tengo por particular alivio el cuarto de hora que puedo formar un apunte...". Otro pionero de la literatura del destierro mencionado por Coppola es Francisco Bilbao, fallecido en Buenos Aires en 1865.

La cantidad de obras escritas fuera de Chile es impresionante y el autor advierte que sólo una parte de esa producción ha sido publicada. Una gran cantidad permanece inédita hasta la fecha. Nada escapa a su lupa de investigador acucioso: están citados los grupos literarios del período, las revistas, el entorno sociológico del Chile post 73 y las patrias pequeñas que cada creador fundó en su corazón herido en los lugares desconocidos de un mundo ajeno. Dedica un interesante capítulo al análisis de algunas obras calificadas de premonitorias por el investigador, impregnadas del principio de Casandra, según sus propias palabras, que anticiparon en la ficción los muy reales y trágicos acontecimientos del 73. No faltan los muertos, los que fallecieron en el exilio: Mafhud Massís (el maravilloso escritor, un adelantado en su tiempo), Sergio Canut De Bon, Enrique Bello, Armando Cassígoli, Guillermo Atías, JulioMoncada..

Pocas obras del exilio se publican ahora en el país. Parte de la explicación, pues, sería que esos libros más que novelas fuera del lugar, parecen en el Chile de hoy -donde impera la clausura, lo mercantil y "renovado"-, novelas fuera del contexto.