JORGE INOSTROSA: LA NOVELA HISTORICA
Jorge Arturo Flores
En Chile se cultiva el interés por su historia. Hay
muchos libros editados sobre el particular. Alguien dijo alguna vez que Chile,
antes de ser país de poetas, lo era de historiadores. Para confirmarlo
habría que mirar los panoramas, las semblanzas y las …historias.
Chile se ama a sí mismo.
En comparación a otros países, más extensos y con mayor
caudal histórico, que suman años luz, nuestro país, tan
pequeño, pero tan fortalecido de sus experiencias bélicas, se
eleva sobre sus talones y se enfrenta a ellos en cuanto a cantidad.
Es un ejemplo curioso.
La novela histórica
De la historia a la imaginación sólo media un paso. El pretérito ofrece a los escritores motivos suficientes para armar intrigas, tejer dramas, uncir vivencias. Las letras chilenas muestran un amplio panorama de novelas inspiradas en hechos históricos, sobresaliendo sin duda alguna las dedicadas a nuestros primeros próceres: José Miguel Carrera, Manuel Rodríguez, Bernardo O’Higgins, Thomas Cochrane, Lautaro o a épocas específicas como el Descubrimiento, la Colonia, la guerra de la independencia y la del Pacífico; la guerra civil del 91 y la del 73. Por ahí andan los nombres de Liborio Brieba, Benjamín Vicuña Mackenna, Magdalena Petit, Enrique Bunster, y el que llevó la novela histórica a su más alta cumbre, Jorge Inostrosa (con “s”), fácilmente olvidado en nuestro Chile querido.
La obra de Jorge Inostrosa.
El celebrado escritor
fue un hombre inquieto en vida. Admirador del pasado chileno, no trepidó
en darlo a conocer, primero a través del radioteatro (no existía
la TV) y luego mediante la publicación de innúmeros libros.
Famoso fue el radioteatro “El Gran Teatro de la Historia” donde
se transmitió la obra “Adiós al Séptimo de Línea”,
éxito total de sintonía.
Un análisis más pormenorizado del trabajo de Jorge Inostrosa nos
permite visualizar una estructura de su labor.
Veámoslo:
La Colonia está retratada en “El Corregidor de Calicanto”.
La Independencia de Chile se manifiesta en los cuatro tomos de “Los Húsares
Trágicos”, que relatan las vivencias de José Miguel Carrera
y Manuel Rodríguez. Posteriormente, en “Se las Echó el Buin”,
surge la guerra contra la Confederación Perú Boliviana. Luego
viene la entronización del régimen político en “El
Ministro Portales”, para arribar a la guerra del Pacífico en “Adiós
al Séptimo de Línea”, cinco tomos que se convirtieron en
un best seller y es, hasta hoy, el libro más vendido (cerca de un millón
de ejemplares.
Entre medio queda la novela histórica “La Justicia de los Maurelio”,
basada en un hecho real y diseñada en la isla de Juan Fernández.
No mencionamos “Los Hidalgos del Mar”, que trata del combate Naval
de Iquique, Punta Gruesa y Angamos, porque es la transcripción de esos
hechos de su obra Adiós al Séptimo de Línea.
Es la obra gruesa de Inostrosa.
Aparejados a ella están breve textos, compuesto de entretenidos e importante
relatos sobre distintos acontecimientos del devenir pretérito: El Rescatado
por Dios, Fantasmas y Retratos de la Tradición, Huella de los Siglos
y Siempre una mujer.
Ahí termina su mirada sobre el Chile que tanto amó.
Lo curioso es el salto hacia las fronteras, cuando publica el libro dirigido
a exaltar la memoria de Simón Bolívar: “Bajo las Banderas
del Libertador” y que podría adscribirse en el segmento dedicado
a la Independencia chilena.
La importancia de Jorge Inostrosa
Vista su monumental
tarea, que pocos escritores nacionales pueden emular, sorprende la diversidad
de los temas, su organización estructural y la mirada nueva, refrescante,
que hace emerger para estudiar y leer historia.
He ahí su gran mérito.
Merced a un estilo claro, dinámico, donde el humor ocupa preferente lugar
y la acción es condimento primordial, Inostrosa logró interesar
a sus compatriotas en el amor a la historia, haciéndolos leer y encantarse
con las aventuras y acciones bélicas de un pueblo acostumbrado a vencer.
Recrea la historiografía, la humaniza, se interna en los vericuetos sicológicos
de sus personajes, los baja de las estatuas. La hace sencilla y accesible al
lector común, es decir, a la mayoría, interesándolo y convirtiéndolo
en más patriota, más chileno.
Otro mérito sin duda.
Pero el mayor es haberse convertido, a nuestro juicio, en el mejor novelista
histórico de nuestro país.
Ahí no tiene rivales en la distancia corta ni tampoco en la maratón.
Es un sitial que consiguió merced a su indudable cultura, a su estilo
simple, claro, directo; a su formidable trabajo literario en orden a engarzar
con talento la trama de sus historias, mantener el interés hasta el final
y propinándonos ráfagas de patriotismo tan necesarios para un
mundo que, merced a la globalización, va perdiendo sus raíces,
su lengua y su identidad.
Jorge Inostrosa, entonces, es sumamente necesario a la hora de mirar el pretérito
con alegría y pasión.
Hoy le rendimos homenaje.