El peregrinar de un hombre: José Aldunate.
Autobiografía
Ediciones Jesuitas de Chile.

Por Carlos Ernesto Sánchez

Poca difusión ha tenido el libro sobre la vida del sacerdote Jesuita José Aldunate, destacado intelectual y defensor de los Derechos Humanos. Texto editado por la Comunidad Jesuita de Chile, que tiene el valor de mostrarnos la existencia de este religioso, proveniente de la burguesía nacional.
Con estilo ágil, Aldunate nos lleva por su infancia, vivida en Chile e Inglaterra, ingresa con el lector a su niñez: retrato de un tiempo, los paseos al campo, la rígida educación. En fin los vínculos de familia y vida social.

Papel fundamental, - que se plasma en estas páginas - es la relación de la familia, con la asistente Británica llamada especialmente para que eduque a los numerosos Aldunate Lyón.
El libro muestra con lozanía, el transitar desde los juego al encuentro con Dios. El texto es testimonio del tira y afloja en la relación del hacedor y el joven José.
Primero ingresa al noviciado Jesuita, su hermano Carlos,- hoy sacerdote vinculado a los grupos de oración carismática- luego lo hará quien relata el testimonio que comentamos.

Tal vez la disciplina instaurada por la Nana Británica no hace duro el paso de los hermanos Aldunate, por las frías salas del austero noviciado de los discípulos de Ignacio de Loyola.

En el relato, van quedando nombres de distinguidos sacerdotes, que en el devenir de Chile, han tenido presencia, sea como hombres de Iglesia u apóstoles del pensamiento social, que compartieron residencia, estudio y oración con el personaje del libro.

El relato es expresión sincera de hombre que con reticencias abre su corazón. Recuerdos para desnudar infancia, vida sacerdotal, cargos de importancia - no sólo para la vida eclesial- sino para la educación y el quehacer intelectual.
Capitulo doloroso es el periodo de la Dictadura Militar, con la ardorosa defensa desplegada por la Iglesia y sacerdotes insertos en poblaciones, defendiendo la vida en toda su dimensión.
Aldunate entregaba pocas horas al sueño, organizando el movimiento contra la tortura, que después pasaría a llamarse Sebastián Acevedo, en homenaje al padre que en Concepción se inmoló clamando por la libertad de sus hijos detenidos y torturados por la CNI.

Fueron muchas las acciones en la calle. También las apaleaduras, mojadas, gases lacrimógenos, detenciones. Pero nada detenía a José Aldunate, a la cabeza de la denuncia en contra de la tortura.
Periodo de incomprensiones de algunos dignatarios de la Iglesia, pero allí estaba Mariano Puga, Roberto Bolton, Elena Berger, la Pocho, Antonio Ghiseling que luego fue expulsado por la dictadura, y las decenas de religiosas en su mayoría extranjeras, que día a día entregaban tiempo, horas a la causa de la libertad.

Este libro - no profundiza mucho en el periodo Allende - pero da pincelazos fundamentales de verdad, para entender aquel tiempo. Es un relato hermoso - aunque parezca contradictorio por el tiempo que se vivía - lleno de esperanzas en la democracia que se luchaba por conquistar.

Aldunate, con su humor British - dibuja sonrisas, ejercita la ironía leve, elegante - se muestra un hombre de gran ternura, tímido, no acostumbrado a expresar sentimientos.

Edición cuidada. Excelentes fotografías. Un libro que recomiendo, dejando abierta la puerta para que se rinda homenaje a esta figura defensora de los derechos humanos, no sólo Aldunate, sino a otras y otros que siguen en la población creando redes de pensamiento, proclamando que no hay perdón ni olvido.
Solo justicia, nada más, pero nada menos.