Ensayo
del profesor Clemens Franken
CRIMEN Y VERDAD EN LA NARRATIVA CHILENA ACTUAL
por
Ramón Díaz Eterovic
Una de las manifestaciones
interesantes en la narrativa latinoamericana de los últimos años
dice relación con la reinstalación del género policíaco
como una forma literaria que es revisitada o transgredida por un amplio conjunto
de autores, y que constituye una profunda reflexión en torno a la relación
entre crimen, política y violencia, tan brutal y tristemente común
en los países latinoamericanos.
El neopolicial
latinoamericano responde a la revalorización del género como
una forma literaria que privilegia el desarrollo de historias cotidianas,
la crítica social y la poesía marginal de las grandes urbes.
Los autores que lo asumen son conscientes de abordar una forma literaria,
que tratada con rigurosidad y creatividad, alcanza rangos de alta elaboración
literaria, superando los lastres del género y expresándose a
través de textos que examinan el pulso de la sociedad actual y generan
una efectiva complicidad con los lectores. Asimismo, el neopolicial latinoamericano
es la respuesta que algunos autores dan a la situación de violencia
y corrupción existente en sus países, y para cuyo reflejo la
forma de la novela policial entrega elementos tan apropiados, como un eje
narrativo centrado en la criminalidad, atmósferas opresivas, y la figura
del investigador –detective, policía o periodista- como un antihéroe
justiciero capaz de defender valores éticos avasallados y aventar la
mugre escondida bajo las alfombras.
En Chile, la
narrativa policial tuvo su origen en los cuentos de Alberto Edwards, publicados
a comienzos del siglo pasado, y hasta la década de los años
ochenta tuvo un desarrollo discontinuo, afectados por los prejuicios de críticos
y editores. Sin embargo, desde hace algunos años, la narrativa policial
comenzó a ser materia de reflexiones sistemáticas de parte de
críticos, profesores y estudiantes de literatura, a la par con la publicación
de una serie de novelas que, de modo directo o indirecto, utilizan los códigos
del género, en especial en su variante de la novela negra.
El libro “Crimen
y verdad en la narrativa chilena actual” de Clemens Franken, recientemente
publicado por la Universidad de Santiago, es un buen ejemplo del creciente
interés por la narrativa policial. El ensayo de Franken está
llamado a constituirse en una referencia obligada para la difusión
de la narrativa policial por cuanto es una amplia aproximación al género,
con abundantes referencias y acercamientos a las distintas manifestaciones
de la narrativa policial en Chile. Su texto se suma a los estudios anteriores
realizados por los profesores Rodrigo Cánovas, Guillermo García-Corales
y Mirian Pino.
“Crimen y verdad en la narrativa chilena actual” parte con un
análisis del origen y desarrollo del género en Europa. Se detiene
en algunas de las expresiones de la llamada “novela negra” que
naciera en los Estados Unidos en las primeras décadas del siglo pasado
y en autores latinoamericanos como Piglia, Borges y Osvaldo Soriano. Luego,
en su parte medular, aborda la historia de la narrativa policial en Chile,
desde los autores pioneros que nombré anteriormente, hasta autores
más actuales, como Luis Sepúlveda, Jaime Collyer, Darío
Oses, Roberto Ampuero, Roberto Bolaño y José Román, entre
otros. Es en esta parte de su trabajo donde está el mayor y más
novedoso aporte del profesor Franken, el que para efectos de su análisis
plantea la hipótesis de que los autores chilenos de novelas policiacas
“asimilan los modelos anglo e hispanoamericanos, estilizando, variando,
parodiando y polemizando con sus expresiones más relevantes”.
Hipótesis que se encarga de demostrar examinando un buen conjunto de
novelas publicadas en Chile durante los últimos años.
De este trabajo
también es destacable el esfuerzo por recoger y sistematizar una gran
cantidad de información dispersa en revistas, comentarios de prensa,
ponencias y artículos, y para presentarlo en un texto que, pese a abordar
teorizaciones que suelen ser complejas, se lee con el creciente interés
de una buena novela policial. El ensayo proporciona una serie de claves para
entender el desarrollo de la narrativa policial en Chile. Claves que seguramente
serán de utilidad e incentivo para otras investigaciones que busquen
dialogar con los juicios de Franken, y para abordar una vertiente en la narrativa
chilena de hoy, vital para entender la sensibilidad subterránea que
atraviesa la historia más reciente de nuestro país.