Organización
de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura
United Nations
Educational, Scientific and Cultural Organization
Organisation
des Nations Unies pour l'Education, la Science et la Culture
Mensaje
del Director General de la UNESCO con motivo del
Día Mundial del Libro y del Derecho de Autor
23 de abril de 2004
Pronto
se cumplirán 10 años desde que cada 23 de abril, el Día
Mundial del Libro y del Derecho de Autor asocia a un centenar de países
y a varios millones de personas a la promoción del libro y del derecho
de autor, así como a la reflexión sobre sus funciones insustituibles
para la educación, la cultura y las ciencias en el mundo.
Ventana
abierta a la diversidad de las culturas y puente tendido entre las civilizaciones,
vector de valores, de saberes, del sentido estético y de la imaginación,
el libro es ante todo obra de la inteligencia, la creatividad y la cultura
humanas: por ello enriquece el patrimonio inmaterial de la humanidad. El derecho
de autor, protección moral y patrimonial de las obras del intelecto
y de sus creadores, brinda el marco jurídico adecuado para favorecer
la plenitud de esta riqueza.
Por otra
parte, el libro, en las economías del conocimiento actuales, constituye
un instrumento de aprendizaje, difusión y actualización de los
saberes, esencial para el ejercicio de todas las profesiones, ya sean de carácter
intelectual o técnico. En este sentido, desempeña una función
central en la edificación de las sociedades del conocimiento, muchas
veces revelado por las nuevas tecnologías de la información
y la comunicación. Pero así como éstas sólo resultan
accesibles, sobre todo en el Sur, a un sector limitado de la población,
el libro ha logrado penetrar en el conjunto de la trama social y sigue siendo
el medio más generalizado de transmisión del saber entre los
hombres. Así pues, el libro se sitúa en el centro mismo de la
economía de cada país, de cada comunidad.
Además,
como producto cultural y mercancía de intercambio, el libro es la razón
de ser de todo un sector económico específico, el de la edición.
Por consiguiente, se encuentra en el centro de una larga cadena de actividades
y profesiones directa o indirectamente generadoras de ingresos, y constituye
un elemento industrial importante que debe poder beneficiar al desarrollo
económico, social y cultural del conjunto de países y de sus
poblaciones. El derecho de autor, que asegura la explotación lícita
de las obras del intelecto, cumple también una función capital
en la creación, producción y difusión de los conocimientos
fruto de la creatividad humana.
Por su
naturaleza plural, el libro ocupa así un lugar cada vez más
importante en la vida de las personas, así como en el desarrollo de
sus sociedades. Por esta razón, la salvaguardia y el fomento del libro
y de su indispensable corolario, que es el derecho de autor, representan un
desafío único para el progreso de la democracia.
En este
contexto, me dirijo a los dirigentes políticos, los operadores económicos
y los actores de la sociedad civil para invitarlos a buscar el reconocimiento
del público de la función singular del libro y el respeto indispensable
del derecho de autor. Gracias a la comunidad internacional que así
lo decidió, para eso existe el Día del Libro y del Derecho de
Autor, que, todavía en 2004, representa una ocasión que no se
puede ni se debe desaprovechar.
Koichiro
Matsuura
Director General de la UNESCO