Poemas
de Pablo Cassi *
Poemas de "El
Amor se Declara Culpable", obra que recientemente fuera galardonada con
"Mención Especial" en la versión 44ª del Concurso
Internacional de Poesía de la Asociación Cultural San Domenichino,
Massa Carrara, Italia, correspondiente al año 2003.
Conflicto
Sentimental
Este
día de lluvia París no fue amable contigo,
podríamos viajar a Sudamérica
a una flor que te espera con su perfume
y ese vicio de amarnos sea capaz de torcer cualquier conflicto
y tu nombre se ordene en la almohada de mi siesta.
Ella sabe
qué recuerdo construyó esta historia,
una palabra en la primera página del diccionario.
El amor
se declara culpable,
las caricias se atreven más allá de las palabras.
Convivo
con su nostalgia que no sabe vivir sola,
sus ojos me restriegan el alma.
Algún
día habrá tiempo para querernos lo suficiente.
Todo
Momento tiene su Misterio
(No siempre el aire que respiramos será suficiente)
Reescribo
en mi confuso inventario
un poema que se quiebra en tus labios.
Tu mirada
me seduce de impaciencia
la guerra la perdí en tu cintura.
Antes
de tí quizás no había nada,
antes de tí la vida fue un ensayo.
No sé
en qué coordenadas hoy te sitúas,
bajo cuales estrellas te contemplo.
Necesito
volver a respirarte
tras ese encuentro en Hondarribia,
traducir la fragancia de tu alma
y quedarme a la orilla de tu nombre.
Déjame
llevarte hasta la que no fuiste
y no serás sin mí,
fusionarte en dos tiempos con un intenso deseo.
Toda historia
tiene su misterio.
Prófugo
de Ti
No imagino mis próximos días sin tu existencia.
La luna ingresa
por una hendija
es la única señal de la noche.
Aparece la sombra
y las hojas callan un secreto.
Puedo descifrar
cada palabra en tus labios
ese antifaz que esconde tu tristeza.
La muerte se
pasea por una calle padeciendo de vida,
lejano a mi...
nada fue como dice el insomnio
en su presagio de rumores.
Prófugo
desaparezco en una copa vacía
y pregunto si aún me esperas
cuando despierte de este sueño.
Te Diré
a lo que Vine
Un paraguas se llueve de tristeza.
Este es un error más de la lógica racional.
Muero definitivamente
en el luto de mi vecina
en la sonrisa de novio pobre que se eterniza en mi semblante.
Tú, intuyes
la nostalgia fundamental de mis días
vislumbras la maldita costumbre de cruzar a destiempo por tu vida.
Esta noche te
diré a lo que vine
si esto ayuda a armonizarte
si acaso por error todavía me esperas,
si crees en la posibilidad de coincidir alguna vez en algo.
Pero no digas
a nadie
que me has visto transitar por esta calle,
apoyado de farol en farol
con una canción de Joaquín Sabina
que hice mía sin más testigos que la aurora.
Mientras sueño
con tus besos
tu cuerpo modifica la temperatura de mi rostro
y no puedo evitar que mis ojos te desnuden.
Donde hubo un
beso tuyo,
hoy arden mis labios.
Esta
Tarde
Cada mañana
gano un poema,
el pan cotidiano se suma a la espera.
Maltrecho como
un perro herido
hago y deshago siempre el mismo camino
como si fuera feliz repitiendo este oficio.
En una orilla
de esta tarde
y con el mar de Papudo de fondo
decido que nadie humille mis sueños.
Cerca del muelle
un buque de la armada
aparece con el peor rostro de la guerra.
Son las siete
de la tarde y los marinos
amonestan con su presencia a los tranquilos alcatraces.
Mi corazón
siempre fiel a sus obsesiones,
exige un espacio para la nostalgia,
amanecer en una calle de La Ligua.
Un callejón
deambula por la oscuridad de la playa,
la fugacidad del instante que nunca muere.
Un descuido
de la noche,
entre la línea recta y la plomada
la alegría piensa trágicamente en el sur,
un deseo inexplicable de perderse y sentirse perdida.
El Idioma
de la Mañana
Por un descuido de Dios
este domingo se equivoca de siglo y semana.
Quizás
no tenga importancia
puede ser que no la tenga.
Amanece, el
ruido de los tranvías
inventa el idioma de la mañana.
La vida transcurre más temprano que de costumbre.
A dos metros
de la esquina
se extravía un hombre que lleva la dirección correcta.
Dice ser el hijo del Hombre...
No porta credencial
alguna,
tarjeta de crédito
ni registra domicilio conocido.
Esta noticia
no será titular en ningún diario de mañana.
Liturgia
del Pan
A veces se reúnen con los mismos gestos
en el diálogo de un cantautor favorito,
aquel que combate la vida con whisky y heroína.
Mientras ella
se acostumbra a su mirada
se pregunta – qué amamos el uno del otro –
en la inconfundible liturgia del pan y del vino.
El presiente
en el silencio innombrable,
una tristeza fundamental,
después de cada sueño,
la brisa exacta que inventa su rostro.
Enferma de tiempo
y con los días contados
se observa en la mirada universal del planeta,
atraviesa el otoño de una alameda de San Felipe
y la orilla de su voz que no conoce el miedo,
lo invita a beber con los 120 valientes de Santa Rita,
a repartir promesas de amor después de cada borrachera.
* Pablo Cassi,
nació en la comuna de Putaendo, Chile en 1951. Es editor y director
del periódico, Gaceta Municipal y Asesor Cultural de la I. Municipalidad
de San Felipe, desde 1980 a la fecha.
Ha publicado los poemarios: “Para un Peregrino Distante”
(1978); “Poemas para un Niño con Sonrisa de Primavera”
(1983); “Intimo Desorden” (1985); “Secreta Convicción”
(1987) e “Intimo Desorden (1989). En el género cuento ha publicado
los volúmenes “Cuando se Aproximan los Sábados y otros
Cuentos” (1981) y “La Espantosa Virginidad de las Feas y otras
Historias “1985”.
En reconocimiento a su labor ha recibido 20 distinciones
tanto a nivel nacional como internacional, destacándose las obtenidas
en España, Argentina, Guatemala, Paraguay, México y Chile. En
1985 obtiene el Premio Municipal de Poesía Ciudad de Santiago, Chile
por su libro “Intimo Desorden”. Parte de su obra ha sido traducida
y publicada en revistas y antologías de Estados Unidos, Francia, Alemania,
Italia, Suiza y Portugal.