INTRODUCCION A UN CONJUNTO DE TEXTOS BIEN PECULIAR

 

Sabemos que cada uno tiene y se ve obligado a poseer una explicación sobre la existencia. Para esto antes jugaba un papel importantísimo el mito, hoy es la seudoexplicaciòn racionalista, atroz reduccionismo de nuestros tiempos.

Nadie se escapa de tener que darle un sentido a la existencia. A su existencia. Y de entre nosotros algunos más curiosos e inquietos, después de haber encontrado o creido encontrar este sentido se atreven a expresarlo, a plasmarlo en pequeños signos que, finalmente, parecen hormigas en un hueso. Curioso oficio.

Me acuerdo que cuando conocí a Jorge Flores pensé en que había tenido la suerte de conocer a muchas personas que mostraban sus personalísimas visiones de la vida, pero nunca antes me había topado con una figura tan singular como la de Jorge Arturo Flores, con su expresión desinhibida, atrevida e irreverente.

El tiene, sin duda, una voz propia, curiosa. Un tono que, con desenfado y falta absoluta de prejuicios, utiliza el lenguaje cotidiano y la ironía para lanzar verdaderas andanadas contra todo lo que a él se le aparece como vedado y hasta sancionado socialmente.

Por eso "el que dirán" no encuentra realmente eco en su expresividad satírica y vehemente y, entonces, sus textos hablan de la vida, el sexo y lo erótico sin tapujos, convirtiéndolos en una materia transparente, cotidiana y sin dobleces.

Aún así, aunque logra equilibrarse entre lo sutil y lo vulgar, a más de alguno ruborizarán estos versos sin pelos en la lengua. Pero, eso sí, nadie podrá negarle su legitimidad, su carga de honestidad y verdad a todas luces.

El espíritu de Flores, al menos en este trabajo, está libre de tabúes limitantes.

Por eso él puede "impúdicamente" mostrar y hasta desnudar una realidad que otros ocultan. Es como si Jorge Arturo Flores dijera bien alto lo que otros piensan en silencio. El se atreve, es su único "delito". ¿O su mérito?.

Por otra parte, en contraste con una aparente liviandad literaria, en algunos breves textos me atrevería a decir que su ingeniosidad y vitalidad sorprenden. En ellos dejan relucir verdades en un tono decididamente libertario, en el que su osadía parece no tener límites. La doble intencionalidad es también otra de sus más atrevidas y bien utilizadas armas, pero, como lo verá el lector, es evidente que es en lo lúdico donde él encuentra su esencial elemento y su carisma.

En fin, yo valoro positivamente esta intención de Jorge Arturo Flores de querer expresar de este modo esa faceta de su personalidad y su particular visión de la existencia.

Sobre todo, porque no lo hace como un simple ejercicio destinado a entretener, sino como una decisión vital e independiente que nace de su original personalidad y percepción de las cosas.

Y porque así él, riéndose, penetra.

 

E.Langer M.

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