Según
                 "Pondus meus,amor meus"
         
                                San Agustín
            
            Según sea el peso del corazón 
alcanzan valor las palabras. 
Un pájaro sobrevuela, siente alivio 
y el anhelo por una mujer 
conoce forma tibia, no saciedad. 
De ello, lo mismo vale pensar 
que sentir si hay encuentro. 
Trémulo silencio; deslízanse palabras
en el relieve de los cuerpos 
y las caricias conocen el valor 
de los resuellos. Estoy triste. 
Ahora sigo alegre. Tienes que ver 
con las sorpresas de mi ánimo. 
            
Todavía lejos queda el alma. Lo siente 
el amanecer cuando el primer vuelo 
del ave esparce tibiezas de nido. 
De acuerdo al peso del corazón 
las palabras son menos lejanas.    
Que el sueño hable de ti, la forma tibia 
descansa; vuelve a ser tuyo el silencio 
en los relieves del alba.
            
Este momento sabe algo de eternidad
en la boca. Otra vez digo: te quiero.

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