Rapsodia nuestra

 

En un sueño

Dentro de algún sueño

Con mis pestañas encieladas

Y tus uñas bien pintadas

Sujetos sólo al borde de la ventana

En caída libre con entusiasmo

Retrocediendo y adelantándose 1000 años

( o mejor que sean 1.000.000 de años )

El puente entre mis manos y tus manos

se parece a un cirio ya gastado

Estrepitosamente alegre

Engreídamente soberbio

El puente entre tu tú y mi yo

Donde descalzos esperamos el regocijo ese

que conocen los animales encendidos y carnales

Por donde el ritmo de nuestros ríos circula

como un micro sin pasajeros

Y emplea la metáfora la acidez

de tus ojos melancólicos

Cayendo otra, y otra, y otra vez

hacia el séptimo cielo

Hacia aquella abrupta luz que ciega

nuestros párpados unidos

Inaugurados recién al toque mágico

De las amapolas de mi parcela

Por donde los ojos de Dios sangran

sus limitaciones y distancias

Y queremos rechazar la manzana esa que nos persigue

Mientras nos damos besos adorables

Y nos esforzamos por encontrar nuestros deseos

más profundos

En algún sueño

A la sombra de barro que camina junto a nosotros

Eternamente enamorados

Salpicados de la sabia conveniente

de todo lo que respira

Oníricamente hablando

Con sus goteras y ademases

Sin prejuicios que desgasten

Ni miradas estancadas en no se sabe qué visiones desalmadas

Subiendo por la neblina de la oscuridad

del mismo sueño

Adelantándose el uno al otro

Por el mismo montón de direcciones

Dejando que palpite el desvarío

Hasta que muera

Indiferentes a cualquier remedo oscuro

Mechón contra mechón

Mi dedo y tu clítoris temblando

al mismo tiempo

tu ahogada en mi rareza

yo volcado en tu figura

Sabiendo a ciencia cierta que todo esto

No pasa de ser un sueño

Un sueño lavado con gotas de rocío

Con hierba crecida a la sombra de una parra

Terriblemente alucinógena por dentro

Y terriblemente verde e ingenua por fuera

Adorable y deseable como nosotros

Para que los religiosos y los místicos nos adornen

Y se enciendan los tantos cardenales

Con sus tallos

Los que adornan tu ventana

Que es por donde yo entro y salgo

Mientras los demonios de tu familia

Duermen desconfiados cerrando un sólo ojo

Y nuestra irrompible promesa de procrear y procrear

Se abre como una flor terrible

Y entonces tus piernas me circundan

Y mis manos rozan tus pechos con dulzura

Para que por tus suspiros

La maldición de los demonios se desvanezca para siempre

Y luego volvamos juntos a lo nuestro

A marcar las horas de un enjambre

De puntos que nos sueñan

Y que nosotros creemos que soñamos

Así sea

 

 

Volver a la portada