Biografía

Julio Campos Ávila nació en Santiago- Chile el 5 de febrero de 1939. Es Profesor normalista, jubilado.
Ha publicado Raigambre (Cuentos. 1962) El regreso de Lázaro (Cuentos. Caracas 1999) y participó en 1961 en la antología Poesía Joven de Colchagua, con prólogo de Gonzalo Drago.
Es miembro 105 de la Sociedad de Escritores de Chile (SECH) desde 1962, por invitación del entonces presidente de la SECH, Rubén Azócar, al haber obtenido ese año el primer premio en el canto a la reina de la primavera de Santiago.
Fue electo diputado por Talca por el periodo 73-77. Salió al exilio en enero de 1974 y permaneció 14 años fuera de su patria.
Aunque mantiene un cuantioso trabajo inédito ha obtenido premios de poesía, cuento y novela infantil y ha sido publicado en diversas revistas y páginas digitales de diversos países.

 


DEL POEMARIO: “CANCIÓN DE LOS ANCESTROS O LÁGRIMAS DE LUNA”
CANCIÓN DE LOS ANCESTROS.
(TUPUNA)


Por aquí cruzaron, con sigilo, los ancestros.
Inclinados, tal vez, sobre la huella del puma.
Amparados, quizás, por el mañío y el guaye.
Persiguiendo astutos la madrugada inmóvil.

Viniendo a elevar el vuelo de los cóndores,
En tanto que el humo se izaba de las rucas,
Para fundar rumores que nunca se detienen.

Por aquí es probable encontrar una estrella
Y en cada resumen brumoso de las piedras,
En los surcos del agua encima de las hojas,
En aureolas marcadas por las aves oscuras,
Enarbolan la palabra libertad con sus fogatas,
Con sus banderas vegetales, de hojas y aire
.


DONCELLA DEL ALBA.
(MILLAWANGELËN)

Sobre el vacío dilatado del universo,
Vive iluminada la doncella del alba.
En el espacio se encienden estrellas
Y por debajo del vaho y de la niebla,
En el punto donde huyen los pájaros
Y exhala un ronco tremolar la tierra,
Comienza a emerger el sol indómito
Como si dejara su capa de centellas,
O fuera atado a un lucero traslúcido.
Avisando vivaz la vida que aparece,
En esta aguda dimensión del sueño
Y nos dejara la apacible casa del día
Con su estambre de astros fogosos.
Al mostrar con solemnidad la frente,
Justo allí donde se cierra el trarilonko.

 

EL GRAN ANCESTRO.
(AUMENTO-PLATA-CHE)

Hacia la noche, por detrás de las nieblas,
En esa esfera celeste de las apariciones,
Cuando de la imagen cabal surgen otras,
Una línea de sobrevivencia ata la sombra
Con la pálida luz de la ternura, en un lazo
Sublime, sutil y alado, raudo y protector.
Ancestro de dimensión a orilla del fuego,
De gran oquedad en la hondura del agua,
De volátil destello en la cumbre del aire.

Lo mismo aparece en el dolor de la tierra
Y la alegría del fruto y quietud de la hoja,
En las hierbas y sombras de los árboles,
Diseminando valentía, valor defensivo,
Protecciones azules en maderas amorfas,
Como el gran ancestro, espíritu que cede
Capacidad y protección a los que vienen,
A los que siguen habitantes de los rayos,
A todos los que irrumpen en los sueños.
En tanto, figura de plata, pende de altura
O de la sima del “PRENTEOR AKUCHA”.

 

LOS DEMONIOS.
(CHON-CHON)

Vinieron los demonios, en la noche tranquila,
Salieron aterradores con aromas de infierno,
De cavernas profundas, con el don maléfico,
De hacer sangrar la luz y de tapar estrellas.

Lo dice el signo que lo simboliza, claramente,
Lo cuenta al viento que lo sumerge en plata,
Lo abre en el bosque, donde hay habitantes,
Pero no hay que oír el graznido que emiten,
No hay que escuchar nunca el grito de muerte,
¡CHON-CHON!
No es sólo cabeza de mujer, no es sólo serpiente,
No es sólo alas y cuello, no es sólo transformación
De la ternura al miedo, o a la temblorosa espina
De la noche, dispuesta a hundirse entre los ojos.
¡CHON –CHON!
Quien perciba su chillido de punzante cuchillo
Puede sortear la muerte, puede obtener la vida,
Solamente entrecruzando dos prendas de plata.

CHON-CHON, aparece en la noche a exterminar
Seres indefensos, a bailar con los brujos malignos,
En las más profundas y nefastas cuevas de la tierra.

Sólo si la encuentras, sólo si se durmió de espalda,
Sólo si la vuelves a colocar en una posición ventral,
Podrá morir en la misma noche letal que envenena.

Si hay que alejarla hacia la muerte, si ahí pertenece,
Si es ineludible defender la luz y todo lo que alienta,
Es vida, sólo humo de las ramas del canelo sagrado.

 

SÍMBOLO TIERRA.
(UPUL)

Representa la tierra con sus órdenes verdes,
No hay en el espacio otro planeta de agua,
Con simas de aire en sus pozos profundos,
No hay serenidad en el fuego de los vientos,
Ni sostén para el cielo sobre las araucarias.

Cada laguna es espejo de vuelos que retornan,
Cada territorio de piedra se sacude las voces,
Y en la cetrinas espadas que revelan las pieles,
Por sobre la estatura de las cumbres nevadas
Es tan sólo la tierra, son sus glaucas lagunas,
Conectadas al firmamento de estancias azules
Con bailes de estrellas en la noche insondable.

Simboliza la tierra su estructura cuadrada,
Es el mapa del aire que muestra su aroma,
Los senderos cubiertos de hojas y de lodos,
Cual limo erguido en las manos del tiempo
Y entonces es planeta de tierra y de raíces,
Que se sume en su plata con albor de hielo,
Presente en el zarcillo que se llama “UPUL”.


 

PUNTOS CARDINALES.
(TËKULPANGEPEYÜN)

Es murmullo de abismos y sus cuatro honduras.
Es un vínculo de papel que simboliza territorios.
Es sólo la bruñida extensión de la cruz simétrica,
Son los brazos abiertos a horizontes cardinales,
Es la inmensidad azul del viento y de la lluvia,
Es latitud del viento y el temblor de araucaria.
Es el NORTE magnético con todas sus estrellas
Y sólo la atmósfera donde comparece la llovizna.
Es el SUR de las hojas, de las alas y la espuma,
Es una convocatoria terráquea de estos océanos.
Es el ESTE morado, lugar de alturas accesibles,
El espacio metálico, encuentro de los cóndores.
Es el OESTE estruendoso y sus voces de agua,
Sus simas y altavoces, con sus piélagos de vida
Renaciendo en marcas oscuras, aletas y misterios.
Y al centro, los seres más naturales de esta tierra,
Con sus chozas, sus humos, sus magias, sus mitos,
Sus leyendas, sus sueños, densidades y distancias.
En tanto, encima del tiempo, a esta gente de tierra,
La imagen los concierta y los integra a este mundo,
Que los circunda, los envuelve, los rescata y redime.