Biografía

Bernardita Moena C. Nació en Santiago en un frío Otoño del siglo 20. Desde pequeñamostró afición por la lectura.
Estudió Odontología en la Universidad de Chile y pertenece a la Sociedad de Endodoncia. Como profesional se desarrolló en el mundo laboral tanto privado como público, compartiendo lo científico con su afición a las letras, dedicando gran parte de su tiempo a escribir poesía. Poesía que permaneció inédita hasta este instante en que recopiló algunos de sus poemas, en su libro Poemas de una vida.

 

 

COMO TE QUIERO.

Niñita tierna
Niñita dulce
Cómo te quiero.
Si tus manitas semejan flores
Y tus ojitos lindos luceros.
Tus piececitos tienen alitas
Cuando caminan por los senderos,
Son como suaves animalitos
Que se deslizan cual brisa al viento.

Niñita tierna
Niñita dulce
Cómo te quiero.
Tu pelo suelto semeja briznas
Que se mecieran
Al son de un canto que está en el cielo,
Y tu boquita es como un beso
Que solo sabe decir te quiero.

Niñita tierna
Niñita dulce
¡Cuánto te quiero!

 


 

FLORECILLA SILVESTRE.

Pequeña lucecita que alumbra mi existencia
Pedacito de carne que alegras mi vivir,
No te vayas, sonríe, ilumina por siempre.
Mi sendero, mi sino, quédate junto a mí.

Eres como las flores que lanzan su perfume
Eres como la brisa jugueteando al pasar,
Tus hermosos ojitos cual luceros brillantes
Me dan la fortaleza para así continuar.

Florecilla silvestre, pequeñita y hermosa
Que nace de la tierra para el mundo alegrar,
Devuélveme la vida con tu sola presencia
Permanece por siempre muy cerca de mi hogar.


 

PERROS URBANOS.

Suena el reloj
Otro día de rutina.
Aunque haya sol o lluvia
Correr tras los segundos y las horas,
Subir al metro
Pensando en el trabajo.
Al caminar de prisa en la vereda
Atravesados en medio
Durmiendo sin problemas
A lo largo se encuentran
Varios perros urbanos.
No saben lo que sufrimos los humanos,
Con cosquilla en el estómago
Pensando en qué jornada nos espera.
Mientras ellos ni siquiera se percatan
Del ir y venir, de las pisadas,
Del ruido de los buses
Del dolor o la risa en las miradas.



 

MIEDO.

Amanece un nuevo día
Tengo miedo al despertar,
Tengo miedo de vivirlo.

Me encojo como un niño
En el vientre de su madre
Me escondo en el lecho.

¡Tengo miedo de vivir y debo hacerlo!
Mi cabeza parece estallar,
Siento pánico, todo en mí se rebela,
¡No quiero seguir viviendo, estoy aterrada!

Pero aún así, me levanto, sigo la rutina,
Finjo que nada pasa,
Y salgo a sufrir un nuevo día
Con la sonrisa en los labios
Y el terror en el alma.


MUERTE.

Perder la visión de lo bello, de la luz,
Perder el sonido, el placer, el pensamiento,
No seguir conociendo el avance tecnológico
No volver a vivir el sentimiento.
No respirar, no ambicionar,
No sentir el agua correr por el cuerpo,
No reír, no llorar,
No recibir amor con los brazos abiertos.

Así es la muerte
La pudrición, la nada.

La oscuridad, la noche, la penumbra,
El sucumbir bajo una losa negra y fría,
El dominio del no
La negación de lo que fuimos algún día.

MEMORIA.

Baja la mirada, no recuerdes
Cierra bien los ojos y olvida,
Deja que en el aire se esfumen los pensamientos,
Que se diluyan, se disuelvan,
Las penas y las heridas.
Deja la mente en blanco, el corazón muy quieto
Y todos los sentidos dormidos, congelados,
Y que fluya la vida sin tocarte siquiera
Que como un río corra presurosa a tu lado.
Permanece tranquila, sin moverte, lejana,
Como una flor marchita bajo el cielo encarnado,
Callando, olvidando todo tiempo vivido
Para que el alma surja hacia un mundo soñado.
No mires al pasado, mas mantente despierta
Esperando que vengan a buscarte a la Gloria,
Quédate así tendida, olvidada, como muerta,
Para que nunca pueda renacer tu memoria.