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Biografía
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ANA
MARÍA VIEIRA es poeta,
escritora y madre de cuatro
hijas. Estudió Sociología
en la Universidad de Chile
y ha publicado libros de
poesía ( Piélago,
en 1995), y (Peligros posibles,
en 1999) también
un libro de cuentos, (El
color de la memoria, cuentos
2002).
Ha sido antologada en diversas
antologías tales
como “Lucarna”,
editada por Ril editores,
en conjunto con otras cinco
autoras. Mujeres en la Poesía
Chilena actual, de Carlos
Ordenes Pincheira, y Guía
de la poesía erótica
en Chile, de Gustavo Donoso,
Lom ediciones, año
2000.
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JUEGOS
MODERNOS
Olfatear
subastas buscar cables de trolley
Quebrar collares inoficiosamente
Aderezar hilos eslabones solitarios
Quemar ahuyentar ángeles o pájaros
Agotar sueños de un solo bramido
Vulgar los artificios de los paseantes
circunvalando las circunvalaciones
Condicionar hábitos de estruendo
por tan ficticia naturaleza
Atomizar peatones ajenos consumidos
Cardar los hilos previamente aderezados
Bramar los sueños agotados y agotantes
Artificiar de los paseantes eslabones
desolfateando espejos subastados
Deshilvanar cables peatonales
En
fin
Ahogar ruidos con estruendo
para congregar ángeles o pájaros
i-no-fi-cio-sa-men-te
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NADIE
VIO EL FONDO DE LAS REDES
al
Golem
Todo
era muy simple.
El juego: nunca bajar los brazos
al mezclar textos divinos.
En
cualquier momento
podrían aparecer estrellas,
seres extraños, sequías.
En
medio de algo, surgió el volátil
abandonando las cosas:
su territorio, su vida triste.
Adán deconstruido
en el nombre secreto de Dios.
Su
rostro amorfo surcó viviendas
desató ventanas, pavores.
El
Constructor
-tibio-
tampoco vio el fondo de las redes.
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PIELAGO
Los
vi hace mucho:
moradores sin nombre
de lares subterráneos.
Hoy
los recuerdo
en la tregua del silencio:
poblábamos volcanes
gélidos, dolientes,
en valles sumergidos
donde la luz no alcanza
Solíamos
jugar entonces
en las cuencas sin ojos del océano:
allí, donde éramos capaces
de morir
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CUERPO
SELLADO
Una
espada de fuego
Amaneceres fríos
Inexplicables llantos y
entre abedules, aire.
Diáfana duda
sobre el significado
sin nombre
de la palabra nada.
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SUCEDE
Un
muro de agua inconmovible
esconde ruinas
Ya no hay sílabas
ni voces que las nombren
Sólo quedan miradas amarillas
ciertos gestos destrozados
palabras que agonizan
tendidas
en el aire
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LA
URRACA
(sobre
un cuadro de Claude Monet)
Sobre
el viejo portón iluminado
negra la urraca se detiene y mira.
El litúrgico manto de su lira
va encegueciendo el árbol desnudado.
Caen sus ramas bajo el peso helado
hacia la nieve que en sus visos gira.
Las rojas chimeneas de la ira
por la húmeda casa se han marchado.
¿Quién
vive allí? ¿La multitud errante?
Tan sólo habita un hombre solitario
que sueña en soledad por un instante.
Sobre
el portón, envuelta en un sudario,
la urraca grita como negra amante
su muerte oscura que se muere a diario.
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