JORGE GONZÁLEZ BASTIAS (1879-1950)

 

Rasgos biográficos

Nació en el pueblo de Nirivilo, Séptima Región, Chile, el 21 de mayo de 1879, hijo de don Abdón González Rojas y de doña Elinia Bastias Cáceres. Sus estudios primarios los efectuó en el Liceo de Talca y las humanidades en el Instituto Nacional de Santiago. Fue reportero del diario El Imparcial de Santiago y La Libertad de Talca. Publicó algunos versos en la revista Pluma y Lápiz de Santiago. Fue elegido regidor de Nirivilo y posteriormente Alcalde. Desde ese cargo se preocupó de mejorar caminos, abrir escuelas y establecer retenes de policía. En 1970 la Universidad de Talca le tributó un homenaje con la publicación de una colección de poemas y fotos, edición a cargo del poeta Carlos René Correa. Gran parte de su vida transcurrió en las tierras de Infiernillo, una estación de ferrocarril que se ubica entre las ciudades de Talca y Constitución al lado del río Maule. El 27 de mayo de 1958, la estación citada cambió su nombre a la de “Poeta González Bastias”. Dada la cercanía con la ciudad de Constitución y su constante afluir a ella, los habitantes de esta ciudad lo consideran como un hijo más de las tierras mauchas.

Falleció el 22 de noviembre de 1950.

 

El escritor

Jorge González Bastías fue, ante todo, un poeta. Si bien su obra no es extensa, prima en ella una decidida vocación lírica que se traduce en la creación de versos donde aborda variadas temáticas.

Por ejemplo, su libro Misas de Primavera, refleja el transcurrir de la infancia y adolescencia en el campo, donde el amor y la nostalgia juvenil predominan. El Poema de la Tierras Pobres irradia una actitud de dolor y tristeza, mirado desde la perspectiva de la defensa de los humildes y perseguidos, como también el deterioro que padece la tierra. Los poemas del libro Vera Rustica hablan sobre la fugacidad de la vida, teniendo como fuentes el río Maule, el mar y la montaña costera. Su texto Del Venero Nativo camina por campos más maduros y ello se trasunta en la preocupación por lo trascendente y el destino humano.

Al tenor de lo expuesto puede comprobarse que, si bien su obra, reiteramos es breve, la poesía de González Bastias es de un profundo lirismo, poseedor de la capacidad de verter al papel bellas imágenes y su lengua es melodiosa, suave, otoñal, como las tierras en que vivió.

No se ha escrito mucho sobre este poeta ni abundan los trabajos en torno. Ese mismo bajo perfil, su forma de ser, tranquila y alejada de los corrillos literarios, conspiró sin duda para que no se hablase de él con abundancia y entusiasmo. Salvo, claro está, los contemporáneos de su obra y quienes le conocieron. Pero en general, podríamos tratar su caso como el de un poeta olvidado.

Como tantos que han pasado por la historia de Chile.

En lo que hay absoluto acuerdo es cuanto hay referido a su persona. No hay dobles palabras. Todos coinciden en retratarlo como un hombre bueno, preocupado de las tierras pobres del Maule, buscando soluciones para los más desposeídos, generoso en su casa y con los amigos, afable, mesurado, “quitado de bulla”, como se dice en jerga popular.

González Vera, en su libro “Algunos”, se extiende considerablemente sobre el aspecto humano del poeta, pintándolo acertadamente y recalcando las virtudes que hemos notado con anterioridad. La mayoría de los juicios pecan, muchas veces, de reiteraciones, específicamente cuando se habla del lugar donde habitó, “Infiernillo”, el cambio de nombre del lugar, “González Bastías” y la percepción de constituirse en “el poeta de las tierras pobres”, en clara alusión al titulo de uno de sus libros.

En eso no han sido muy originales ni fervorosos por ser diferentes.

Libros Publicados

Misas de Primavera 1911

Poema de la Tierras Pobres 1914

Vera Rustica 1933 (recogido por Roberto Meza Fuentes)

Del venero nativo 1940

Antología de Jorge González Bastías 1952 (por Jerónimo Lagos Lisboa)

 

 

 

 

 

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