ALFREDO GOMEZ MOREL (1916-1984)


Rasgos Biográficos

Nació en Santiago de Chile en el año 1916. Sus orígenes son oscuros y no hay prácticamente información sobre él. Huérfano. Dícese que fue hijo de una prostituta (Ana Morel Serrano) a la que escasamente conoció, puesto que a los tres meses fue dejado por ella en la puerta de un conventillo de San Felipe. Indica que su padre fue Agustín Gómez Aranguiz. Desde temprana edad comenzó a luchar en la vida como delincuente, viviendo bajo los puentes del río Mapocho. Según sus palabras fue “pelusa del río, violado por pandilleros y sacerdotes, delincuente juvenil, lanza, varias veces reo, guardaespaldas de un traficante de droga oriental, polizonte, mercenario en Colombia, Haití, México y Argentina, periodista, escritor, padre de familia y muerto de hambre”. También hay referencias de él en cuanto ocupación laboral: fue guardaespaldas de Juan Domingo Perón. Se sabe fehacientemente que estuvo en la prisión de Valparaíso por tres años y un día, donde escribió su libro El Río. Apoyó la dictadura militar que se instauró en Chile por 17 años, solicitándole inútilmente una pensión de gracia. Otras versiones agregan que fue un “destacado” delincuente de Latinoamérica en la década del 40. Trabajos de su pluma aparecieron en La Nación de Buenos Aires, El Tiempo de Bogotá y el Telégrafo de Guayaquil. En 1945 en Colombia su poema “Canto al Café” obtuvo premio del Ministerio de Justicia de esa nación. Purgaba pena en la cárcel. También en prisión, aunque en Chile, ganó laureles por su cuento “Doce pesos de Amor”.

Murió en el más completo abandono y su cuerpo estuvo diez días en la morgue sin ser reclamado.

El escritor

Novelista y cuentista. Su elemento es el mundo del bajo fondo social al igual que Armando Méndez Carrasco y otros escritores chilenos. Compartió las vicisitudes de ese universo, por lo que su mirada literaria tiene la ventaja comparativa de mostrar al lector la realidad sin afeites ni adornos.

Sin duda que El Río es su máxima expresión artística.

Claro que al publicarlo, como otros escritos sobre el mismo tema, no fue recibido con delirio y muchos arriscaron la nariz al contemplar la “crudeza”, tanto del lenguaje como del ambiente que allí aparecen retratados. El sub mundo delictual, aunque es atractivo para la gran mayoría, tiene sus objeciones en el mundo del purismo literario, quien no le da la pasada fácilmente. Incluso los escritores de este esfuerzo, pasan a veces a la calidad de “malditos” y son discriminados.

Gómez Morel no fue ajeno a ello.

El Río es una novela que trata sobre la existencia de un muchacho que vive en el submundo de la ciudad, específicamente bajo los puentes del río Mapocho. En el fondo es la historia del mismo autor. Por tanto hace de cronista y personaje. El lenguaje ocupado es el “coa”. La visión de ese cosmos es un llamado de desesperación del autor que desea hacer girar las miradas hacia él. Asimismo, es un intento por “matar” la sociedad en la cual se encuentra inmerso. Todo se remite a un constante fluir de conflictos con el orden social imperante.

La novela consta de 4 personajes con cuatro estadios de desarrollo.

Al final, el mensaje que deja el autor es el brío por sobreponerse a la vida, la absoluta ausencia de un ideario social, político o religioso y la intención de lograr un nombre en el hampa que lo haga sobresalir. El libro conmueve, demuele y es lo más parecido a un hardcore literal, como diría Álvaro Bisama,(El Mercurio, agosto de 2008), cuando hace las comparaciones con otro texto que subvierte la sociedad, “La difícil juventud” de Claudio Giaconi, aunque desde una perspectiva absolutamente opuesta.

Como el arriscamiento de narices fue grande en las esferas literarias, no abundaron los juicios ni los pareceres sobre su trabajo, con las excepciones de rigor. Se le nombra, sí, pero rápidamente y a otra cosa.

Es el destino de los diferentes.

No obstante lo anterior, hay ensayos sobre la novela que resaltan sus valores y la colocan en el sitial que merece. Tuvo premio a su calidad indiscutible al ser traducida al francés con prólogo de Pablo Neruda y su puesta en escena en una obra teatral.

El Río, junto a La Ciudad y El Mundo, fue una tetralogía que Gómez Morel completó, donde el tema discurrió invariablemente sobre sus miserias y picardías, olvidando, como dijo alguien, que “lo biográfico es un punto de partida y no uno de llegada”, lo cual significa que sus dos novelas posteriores no tuvieron el impacto ni la notoriedad del primer texto.

En definitiva, Alfredo Gómez Morel fue un interesante escritor, que tuvo como fondo de su obra el mundo social que se emparienta con la delincuencia y cuya resonancia no tuvo el éxito esperado en el ámbito de la mayoría, sino se ha convertido, como muchos de sus colegas, en un autor de culto. No obstante ello, la temática, como dicen los esnobistas, permanece vigente al través del tiempo y continúa siendo la bofetada que un segmento poblacional propina a la sociedad, despertándola de su letargo complaciente y mostrando una realidad que ninguna de las ideologías políticas y gobiernos, cualquiera sea su dirección, ha logrado extinguir: la delincuencia y la pobreza.

Al parecer, su naturaleza en el desarrollo de cualquier país es tan necesaria como el dinero y el hilo negro.

Libros publicados

No fue abundante en su producción, pero a veces basta una obra relevante para impulsar a las alturas del Parnaso a un escritor. Es el caso de este poco conocido escritor chileno con su novela El Río.

El Río 1962

La ciudad 1963

El Mundo

El regreso

Yo me fugué del infierno Verde

Pobre Tomas.

 
 

 

 

 

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