Rasgos
biográficos
Nació en la ciudad de Lota, Chile en 1867. No alcanzó a terminar sus estudios
secundarios en el Liceo de Lebu, comenzando a trabajar en las pulperías de
las minas de carbón a temprana edad. En 1898 se vino a Santiago, la capital,
a continuar laborando. Ejerció trabajos menores hasta que su hermano, Samuel
Lillo, le consiguió un cargo administrativo en la Universidad de Chile.
Comenzó su tarea literaria publicando cuentos en diversas revistas. Ganó el
primer lugar en un concurso organizado por la Revista Católica con su relato
Juan Fariña. Colaboró en la prensa chilena mediante trabajos publicados en la
revista Zig Zag y diarios Las Ultimas Noticias y EL Mercurio.
Falleció en la ciudad de San Bernardo en 1923. Sus restos permanecieron en la
citada ciudad hasta el año 2002, donde fueron enviados a su tierra natal,
Lota.
El Escritor
Lillo fue un maestro del cuento breve junto a Federico Gana, con quien
siempre se le compara. Ambos son absolutamente diferentes. Mientras Lillo
recrea el drama de los mineros en las lóbregas profundidades del carbón, Gana
deja descansar la vista del patrón por las tierras en que vivió, una mirada
amable de patrón sobre sus inquilinos.
Baldomero Lillo es un avanzado en materias sociales. Puso una nota de alerta
en los años 20, cuando Chile vivía ignorante de las miserias que ocurrían en
parte de su población, donde la explotación, el desamparo y la falta de
seguridad eran materias inabordables o nadie las precisaba. Baldomero Lillo
por haber presenciado esa realidad, tuvo la materia prima autentica para
escribir sus textos y abrir los ojos de sus compatriotas. Sin embargo, no hay
que equivocarse. Lo suyo no es una literatura comprometida políticamente ni
se observan asomos de rebeldía o pugnas sociales.
Sólo muestra y demuestra.
Nada más.
De ahí entonces su gran éxito editorial con Sub Terra, un texto de relatos
que hablan justamente de las penurias de los mineros del carbón, la pobreza,
el trabajo infantil, esa miseria que duele y conduele. Un dibujo perfecto,
oscuro y trágico. Con personajes bien delineados frente a una realidad que
conmueve al más duro de corazón.
Baldomero Lillo tuvo una vida no precisamente fácil. Sufrió estrecheces
económicas, tuvo trabajos mal remunerados y la salud no lo acompañó
eficientemente. No obstante ello, en su segunda producción, Sub Sole, da con relatos
de corte humorístico que son una epopeya al positivismo. Inamible, por
ejemplo, es un cuento formidable, completo, de gran causticidad social,
aunque almibarado con cierta inocente condescendencia frente a tanta
estulticia. Lo mismo ocurre con Caza Mayor y con Cañuela y Petaca.
Su tarea literaria está mirada preferentemente desde el libro Sub Terra, que
es texto auxiliar en la educación chilena. Aunque es referencia obligada en
los panoramas literarios, no ha tenido la importancia debida. Incluso ciertos
críticos literarios se permitieron hablar sobre el manejo del lenguaje o
encontraron que les faltaba variedad a sus relatos, que la inventiva era
pobre y la narración era poco fluida. No obstante, se dieron el trabajo de
reconocer en Baldomero Lillo su prolijidad, exactitud y minuciosidad.
En suma, fue un penetrante observador de la vida.
La Obra
Baldomero Lillo fue autor de una obre breve pero contundente. En vida
solamente publicó dos libros, Sub Terra y Sub Sole. El resto de su quehacer
permaneció desperdigado en la prensa por varios años hasta que en 1942 el
escritor González Vera recopila parte de ella en un libro llamado Relatos
Populares. Más adelante Nicomedes Guzmán realiza una antología y José Zamudio
termina la recolección con dos libros (1956,1963).
Libros publicados
Sub terra, 1904
Sub Sole 1907
Relatos Populares, 1942
Antología de Baldomero Lillo, 1955
El Hallazgo y otros cuentos del mar, 1956
Pesquisa Trágica, 1963
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