Alfredo Lavergne


Chilicanos 2000

 

Rompe tu propio poncho,

porque cuando el angosto clisé, queda atrás,

el viajero escribe.

 

Comparte la actitud de la filial porotera

Prepárate a vivir por un poemínimo

Asiste a los partidos de versos largos

Despídete de nuestras hojas y no por ellas.

 

Llora de la palma de la mano a los ojos

Deja que los montones construyan sus ombligos

Pregunta por el pequeño YO y por el Vaca intocable.

 

Pasea y pasa... Escribe que somos

los que lanzan el país imaginario contra el dictador.

 

Exijamos traducción  y publicación inmediata.

 

Todo nos esta permitido... Somos los transterrados

de la palabra vencida, al verbo nuevo

y los que en la página marcada del pasaporte,

atacan la postal del padre de la patria.

 

Nacen lectores pacíficos, para políticos crípticos.

         Ódialos como a ti te odian.

 

Así, son de mal agradecidos los aeropuertos,

y nosotros,

con los aviones,

en los cuales dejamos el acta de nacimiento.

 

Porque nuestros generales no retornaron, más bien se retiran

Porque en nuestra historia Penélope es una expatriada

Porque nuestra bitácora nos repite el nombre del tirano

Y porque más que un triste pacto es nuestra dulce memoria.

 

 

Practiquemos la empatía,

hasta que ella nos devore los versos

y luego sin nada... observemos

al fascista defendiendo al asesino.

 

Denunciemos:

La Perfección Diplomática, la Violencia Artística,

                             la Posición Rastrera

 y a la  Epopeya de los politiqueros chilensis, titulada:

La Concertación te Salvará, General alondinado.

 

Evitemos la prosa del emigrante

que escupe los hermanos de espaldas secas.

 

Evitemos al que se decía compañero.

 

Los chilenos pasábamos

y nos quedamos en estos países,

que también caen sobre nosotros.

 

Desenmascaremos la yema

que se siente clara

y se cree Neohuevo .

 

Creemos el poema simple,

como es nuestra cultura traicionada,

por los ulises

y el país natal.

 

 

 

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