HOMENAJE

Miguel de Cervantes Saavedra

 

 

 

Éste que veis aquí, de rostro aguileño, de cabello castaño, frente lisa y desembarazada, de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que no ha veinte años que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequeña, los dientes ni menudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y ésos mal acondicionados y peor puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos estremos, ni grande, ni pequeño, la color viva, antes blanca que morena; algo cargado de espaldas, y no muy ligero de pies; éste digo que es el rostro del autor de La Galatea y de Don Quijote de la Mancha, y del que hizo el Viaje del Parnaso, a imitación del de César Caporal Perusino, y otras obras que andan por ahí descarriadas y, quizá, sin el nombre de su dueño. Llámase comúnmente Miguel de Cervantes Saavedra

 

 

Don Miguel de Cervantes Saavedra Nació en Alcalá de Henares en 1547. Su padre Rodrigo de Cervantes fue médico de escasos recursos; de su madre Leonor de Cortinas no se tienen noticias. Cervantes parece ser, estudió con los jesuitas de Córdoba o Sevilla y quizás en Salamanca. Con bastante seguridad podemos afirmar que fue discípulo de López de Hoyos, en el estudio de Madrid. En 1569 viajó a Italia con el séquito del cardenal Acquaviva; se enroló como soldado en 1570 y participó en la batalla de Lepanto a bordo de la galera Marquesa; recibió diversas heridas en la mano y frente, heridas de las que se enorgullecería durante toda su vida. De aquí pasó a luchar en las campañas de Corfú, Navarino y Túnez. De regreso a España, en 1575, la galera Sol fue atacada por naves turcas, fue hecho prisionero y conducido a Argelia. En los cinco años de cautiverio escribió: Epístola a Mateo Vázquez. Por 500 ducados, Juan Gil consiguió su rescate en 1580. Ya en España, fue nombrado recaudador de impuestos para la Armada Invencible. Tuvo una hija, Isabel, de sus amores con Ana de Villafranca. En 1584 se casó con Catalina de Salazar y Palacios. Estuvo en la cárcel dos veces por fraude y deudas, y en 1603 fue encarcelado después de que hallaran el cadáver de Gaspar de Ezpaleta en la puerta de su casa; le soltaron por falta de pruebas. Desde 1613 aparecerá un libro suyo cada año hasta el último Persiles, con dedicatoria firmada, tres días antes de morir despidiéndose de sus lectores; falleció en Madrid el 23 de abril de 1616.