Juan Antonio Massone
Tú me habitas
Tú me habitas
No me estoy, Señor, pero Tú habitas.
Eres y me eres aun en mi ceniza,
Arrugada de tiempo porque la hoja añeja.
El verbo apenas dice escasa nada.
No me estoy, Señor, y sin embargo,
soy tu presentido veredicto,
ese apenas, el de repente visto,
el ignorado entrevisto por mis ojos,
el cuerpo fatigado por destino,
el aviso de defunción que yo no lea,
el que espera en ese día tu misericordia
de no dejarme solitario y muerto.
Web desarrollado por escritores.cl