CARTA RENUNCIA DIRECTOR DE LA SECH ( martes 7 de marzo 2006)

Señores
Directorio SECH
Presente

Quiero recordarles que el día 16 de abril del año  2005 fui elegido
Presidente de la Sociedad de Escritores, con primera mayoría, en una
elección abierta y nacional.   Junto a mí, también recibieron similar apoyo
directores nuevos y jóvenes como Eledín Parraguez,  Mauricio Barrientos y
Reynaldo Lacámara, lo que marcaba un deseo muy claro de los socios y
escritores.

Contra todo lo que había escuchado y leído de nuestra Institución, me
propuse -así consta en diversas entrevistas que otorgué entonces- poner en
práctica  en la SECH los  objetivos de los Estatutos esencialmente
literarios, al servicio de todos los escritores chilenos y extranjeros, que
enaltecieran el oficio de la escritura y fueran la expresión constante de
poetas, narradores y ensayistas. Para esa finalidad, grandes figuras
literarias crearon la Casa del Escritor.

Como era ampliamente conocido que la SECH se hallaba aislada del entorno
cultural nacional, impulsamos una apertura con el fin de  traer de vuelta a
muchos escritores relevantes que estaban distantes de la Institución; a la
vez que mejorar  el nivel  de las actividades realizadas en la SECH: ambos
hechos significaron que después de mucho tiempo diversos medios radiales y
de prensa difundieran con agrado el giro cualitativo de nuestro trabajo, y
fuéramos celebrados por nuestro desempeño por  periodistas culturales de los
más importantes medios.


Dentro de esta apertura, sólo a modo de ejemplo,  visitaron y participaron
en actos importantes escritores como Juan Gelman, que fue presentado por
Antonio Skármeta y Raúl Zurita; también el Ministro de Cultura, José
Weinstein, se hizo presente en diversas ocasiones para dialogar acerca de
distintos temas culturales con socios y escritores, hecho singular porque
rara vez concurrìa hasta la SECH un Ministro de Estado.

Delegaciones de Embajadas acreditadas en Chile se apersonaron hasta la sede
y recibimos invitaciones personales y directas para visitar sus residencias
diplomáticas. Al mismo tiempo, se retomó con fuerza la relación con los
distintos organismos culturales, universitarios y gubernamentales, lo que
permitió mantener una presencia permanente en los más conocidos espacios
artísticos y sociales, como La Moneda, La Chascona, Biblioteca Nacional,
Cámara Chilena del Libro, el Café Literario de Providencia, Universidades y
Centros Culturales de Regiones, entre otros no menos importantes.

La Cena del Escritor del 28 de diciembre último, donde concurrieron
alrededor de 200 socios y escritores,  marcó un hecho innegable: que la SECH
estaba cambiando y  que existía una fuerte corriente de adhesión hacia los
Directores que realmente trabajaban por la Institución.


Con las restauraciones, por todos con conocidas,  que hicimos en la  sede
más la adquisición de un equipo de sonido completo y de pintura de muros,
vitrificado de piso, arreglos de sanitarios, habitaciones del segundo piso e
iluminación -gracias al dinero que la Presidencia solicitó al Ministerio de
la Cultura-, sumado a lo más arriba descrito, hubo gran interés de poetas,
narradores y editoriales en presentar sus libros en la SECH, tanto lo fue
que a veces el salón   principal estaba tomado con antelación de semanas y
algunas actividades fueron derivadas a otros lugares para su realización.

Un caso particular fue la incorporación de nuevos socios: si se analiza y
compara la cantidad de escritores que ingresaron en los últimos diez meses,
se llegará a la conclusión que es superior a la que se dio en mucho tiempo.
Lo mismo ocurrió con el pago de cuotas: numerosos escritores actualizaron su
situación con la Institución al constatar que trabajábamos con abnegación y
de forma permanente.

Otro hecho que es dable valorar fueron los Convenios Culturales.

Directores, socios y escritores son testigos del intercambio cultural con
Televisión Nacional, donde realizamos un importante trabajo literario con la
Señal Internacional, dando una extraordinaria cobertura al mundo de la SECH
y su directorio. Lo mismo es el Convenio firmado con el INP, que redundará
en que a partir de abril del presente año, en todo Chile y por tiempo
indefinido, los escritores podrán realizar Talleres de Creación Literaria a
personas de la tercera edad, recibiendo a cambio el pago de sus honorarios.
El funcionamiento del Convenio con Ferrocarriles  permitirá viajar teniendo
un veinte por ciento de descuento, sólo mostrando el carné de socio de la
SECH. Igualmente importante fue nuestra participación en numerosos
Municipios, donde estuvimos colaborando en Inauguraciones de Ferias del
Libro con Alcaldes, en Concursos Literarios y Talleres. Con el Comité
Olímpico de Chile firmamos un  documento similar e impulsamos el Primer
Certamen de Relatos de Fútbol y Literatura, auspiciado por la FIFA. De igual
manera, la creación de la Página WEB se ha convertido en un valioso canal
para los nuevos tiempos; la que entrega información actualizada del quehacer
literario de la Casa del Escritor, de su Directorio, de los  escritores
socios, de su  historia y su programación mensual. La Revista Alerce es otro
esfuerzo por mantener un medio de prensa dedicado a la literatura.


Las donaciones son otro hecho indiscutible, que nadie puede soslayar,
porque se trató de trámites largos y engorrosos que la Presidencia realizó
con perseverancia. Se consiguió por parte de la Presidencia de la República
la suma de $ 5. 600. 000. (menos cien  mil pesos que la Tesorería General de
la República retuvo por una deuda que la SECH mantenía pendiente desde el
año 2003,);  $2.500.000 recibidos por el Ministerio de la Cultura; y $50.
000.000 - aproximados-, de parte de nuestra socia Teresa Hamel,
correspondiente a un terreno de 800 m2. ubicado en Reñaca, cuya venta
tramita nuestro  Secretario General, Reynaldo Lacámara.

El saldo de la SECH al 26 de diciembre del año 2005 era de $ 13. 870.000.
En el mes de marzo u abril se debe recibir la subvención anual del
Ministerio de Cultura que es de $9.700.000, que si se rindió bien, diligente
y oportunamente por Tesorería los Informes respectivos este dinero debiera
llegar a la SECH sin inconveniente.

Los $2.196.000 que entregará la Municipalidad de Providencia generalmente
por la misma fecha, la Presidencia se ocupó en el verano de hacerlo
efectivo: el dinero ya se aprobó y, lo más importante, que por primera vez
viene con un importante ítem económico destinado a la asistencia a
Escritores que pasen por una situación médica, de cesantía o  económica
precaria: esta iniciativa también surgió durante el presente mandato, y
redundará en que todos los años llegará  un dinero a las arcas de la SECH
para atender estos problemas que siempre han afectado a los escritores.

Quiero decirlo con todas sus letras: la Presidencia logró con su único
esfuerzo, en ocho meses, la suma de $ 8. 100.000., como donación para los
fondos de la SECH. También deseo señalar un hecho indiscutible sobre mi
aprecio por Cuba y por la izquierda, que  fue tajante y conocida: mi apoyo
siempre estuvo al frente, apareciendo no sólo en el diario Gramma, que fue
leído por el Comandante Fidel Castro, sino igualmente encabezando el listado
a favor de la libertad de Galvarino Apablaza, que hice a petición de su
familia, y general apoyo toda iniciativa que corresponde a  un hombre de
izquierda

No puedo dejar de señalar un par de aspectos personales. En efecto, consta
en las Actas que estuve ausente de las reuniones de Directores sólo en dos
oportunidades durante mi gestión. Es decir, que mi participación y
responsabilidad con la Institución fue absolutamente completa. Que mantuve
una presencia diaria y constante de arduo trabajo,  lo que me llevó a
combinar mis propios quehaceres laborales con sacrificio, e incluso debiendo
abandonar clases que realizaba a niños carenciados de la comuna de El
Bosque.  Como ustedes saben la labor nuestra es gratuita. Y las actividades
en la que participamos fueron constantes, con traslados largos y que
concluìan muchas veces cuando el Metro no funcionaba.

Quiero repetir un hecho que en varias ocasiones señalé en reuniones: la nula
participación de Directores en el trabajo y actividades. Hay Directores que
no presentaron un libro, que no hicieron un Taller de Literatura, que no
aportaron nada cultural a la SECH. No se entendía por qué ocupaban un lugar
que otros escritores y socios lo representarían con entusiasmo, ganas y como
corresponde a un literato con reconocimiento nacional.

Desde hace unos meses a la fecha, sentí una intensa hostilidad hacia mi
persona, la que luego se transmitió hacia un par de Directores.
Concretamente, desde julio del año 2005 le hice ver a algunos Directores un
afán inmerecido en mi contra. Incluso expuse la situación de manera clara y
precisa, y  producto de esa animosidad que no lograba entender, llegué a
pensar en renunciar a mi cargo en tres o cuatro ocasiones. Francamente no
entendía la escasa gratitud que se le daba a una gestión que era más
reconocida fuera de la SECH que dentro de ella, por unos pocos. Basta leer
las actas para constatar lo señalado. El Directorio sabe perfectamente que
el clima de armonía se resquebrajó hace tiempo. Que en las últimas reuniones
no se habló una palabra de cultura, de actos para enaltecer el oficio de las
letras y de los escritores. Este tema lo tocaron con preocupación varios
Directores. Todo se traducía a una alusión insistente de ayuda que
supuestamente yo le habría conseguido con otra entidad al escritor Hernán
Rivera Letelier; asunto aclarado y que además estaba en conocimiento de
otros dos Directores; esto correspondía a una actividad cultural que no se
materializó ni se efectuó nunca, según consta en documentos formales
expuestos ante el Fiscal designado por Asamblea y Directorio, y en las dos
últimas revisiones de cuentas realizadas recientemente: no hubo dolo ni
nadie usufructuó un solo peso. Esto lo ratificó en la última sesión, del día
6 de marzo, el Secretario General. Tampoco se usó ningún dinero de la SECH.
Las finanzas de la SECH son responsabilidad de Tesorería, no del Presidente
ni del Secretario General, Para firmar un cheque se necesita la anuencia de
los tres, y que firmen a lo menos dos de estas personas. Así de claro es,
así de claro sé que los Directores antiguos lo saben, y quiero decir
resueltamente que también sé por qué se han empecinado sólo en mi contra.

Mi opinión al respecto es que hubo un aprovechamiento descarado e injurioso
por hacerme renunciar: así lo acredita el hecho descrito más arriba y los
correos difamatorios, del mismo tema y la misma descalificación -que adjunto
como pruebas, aunque todo el Directorio conoce-, que no han cesado hasta el
día de ayer, de una persona que recibió información y ayuda permanente desde
el interior de la Institución por parte de personas poco colaboradoras. Lo
más extraño aún: nunca un grupo de Directores condenó o rechazó por escrito,
de forma pública o dejando constancia en Acta, sus actuaciones reprobables,
alejadas de la verdad y del espíritu de la fraternidad. Tampoco hubo una
alusión concreta a las personas que irresponsablemente le entregaban
cobardemente información. Sólo los Directores Mauricio Barrientos, Eledín
Parraguez y Ariel Fernandez, dejaron por escrito en actas su calidad de
persona intrigante, que no tenía siquiera condición de socio y que debía ser
expulsado de la Institución. Del cúmulo de difamaciones y groserías diarias
que mandó, no respondí un solo ataque por considerar deleznable el
propósito, la forma y la mitomanía evidente del interesado.  Un creador
tiene la obligación de intercambiar opiniones sobre estética, poesía,
narrativa, en una palabra, sobre literatura y libros, máxime si está en la
Sociedad de Escritores de Chile. Quienes no lo hacen, se hallan equivocado
de lugar.


En los correos se puede leer que se llegó al extremo de seguir mis propias
actividades, como cuando concurrí  a presentar mi última novela a Puerto
Montt, y se averiguó la Aerolínea en que viajaba, en  qué vuelo llegaba, con
quién supuestamente estaba, etc. Y luego, por escrito, en reunión de
Directorio, de manera ostentosa se denunciaba este hecho como si fuera
delito haber publicado una novela, haber sido invitado por la Universidad de
Los Lagos y haberla presentado en el marco de la Feria del Libro de esa
Región... Si viajé  o no viajé con una mujer, eso forma parte de la vida
privada de cada uno;  no le concierne a nadie inmiscuirse, salvo, claro, a
personas enfermas que no son capaces de analizar sus propias actuaciones
sórdidas sentimentales. Hay que decirlo con honestidad: en la SECH existen y
han existido siempre relaciones románticas que representan deliciosamente la
diversidad sexual, relaciones entre homosexuales, de poetas con señoras
mayores, igualmente existen y han existido afables varones que han mantenido
parejas múltiples, situación similar ha ocurrido con una que otra mujer, que
ha transitado por ese paisaje incuestionable, porque, insisto, forma parte
de sus vidas privadas, que nadie tiene derecho a violentar como lo hicieron
irracionalmente conmigo: lo que demuestra obsesión, bajeza, carencia de
recursos intelectuales e intención causar daño sin límites.

No puedo  dejar pasar  lo que afirma y señala la Comisión Revisora de
Cuentas que entregó su Informe correspondiente a los años 2003-2004. Ahí se
explicitan numerosos desórdenes, cito textual: "Falta de objetivos de
algunos gastos; falta de firma que autorizan dichos gastos; recibos sin
especificar destinos de egresos; $ 140.000.- del 15 de marzo 2004,  sin
firma ni especificación del egreso ni nota alguna; $534. 000 del 7 de
octubre del 2004, cheque 2377350, sin firma ni objetivo de egreso; préstamos
sin detallar - incluso a un Director en ejercicio-; gastos concernientes a
actividades literarias y manutención de la Casa sin detallar, ni quien
autoriza; cancelación  de impuestos sin especificar a qué impuestos se
refiere; compra de mercadería en librería en el 2004 por valor $ 3. 200.
000.-, y se venden por valor de $ 6. 300.000; subsanar situaciones
pendientes con el SII"; etc.

También se realizó un Informe Jurídico pésimo para la Institución sobre la
Librería, efectuado por el escritor y abogado Jaime Hales. Esta Comisión
Revisora del año 2004 compuesta  por José Concha, Magdalena Fuentes y
Rolando Carrasco, y la Comisión Revisora del año 2005, compuesta por Jaime
Hales, Santiago Cavieres, Sergio Rodríguez y Magdalena Fuentes, sugieren una
auditoria externa: la recomiendan por el caos de muchos años en Tesorería y
no por mi situación personal tratada maliciosamente. Adjunto a los
Directores Informes de las tres Comisiones Revisoras de Cuentas que
acreditan lo antes expuesto. Ojalá no se evite una Auditoria con
explicaciones que nunca convencieron y que únicamente dañan a la SECH. El
suscrito aceptó una Comisión Revisora de inmediato porque nada temía,
incluso pudiendo oponerse pues era anti reglamentaria, por Estatutos no
correspondía hacerlo, pregunto: ¿por qué las anteriores Directivas evitan
una investigación profesional exhaustiva en Tesorería y Librería sobre la
última década?


La Revisión de Cuentas del año 2004, correspondiente a la anterior
Administración (entregado a este Directorio en mayo de 2005), podría haber
dado pábulo para iniciar una investigación profunda que hubiera afectado a
la Institución y personas ligadas a ella. Que se realizara  la investigación
me lo sugirieron abogados y contadores auditores. Lo conversamos con varios
Directores. Sin embargo, se optó por el camino del desarrollo y mejoramiento
en todo sentido de la SECH. En el fondo, primó la lealtad por sobre la
ganancia mezquina y la delación, delación que por naturaleza y carácter
detesto, por representar uno de los aspectos más cobardes, cínicos y oscuros
de la condición humana, que algunos conocimos en carne propia durante la
Dictadura Militar.

Prueba de la lealtad y sanos propósitos, fue el Informe pendiente ante el
Ministerio de Cultura del año 2004, del Proyecto número 8493, "Simposium en
Defensa de la Lectura", por no rendir la suma de un $ 1. 800.000,  y  que
este Directorio heredó. Aquí, se solucionó la deuda y la situación, tratando
el tema con debida reserva y respeto por las personas. Otra demostración
similar hicimos al aclarar la suma de $ 4.000.000 recibida por la SECH como
Subvención Presidencial en el año 2000, donde  nunca se rindió un informe
por concepto de utilización y gastos de esos dineros. Estos dos problemas
pendientes solucionados lo hablé personal y privadamente con los
involucrados.  Ignoro si estarán agradecidos de mis gestiones.

Señores Directores: cuando asumí mi cargo, le pedí a Paz Molina que fuera
Vicepresidente. Le expliqué que mis amigos escritores no me daban un tiempo
largo al mando de la Institución porque conocían el funcionamiento por
dentro. Le dije que si aquello ocurría, era mi anhelo que me sucediera  una
escritora reconocida y querida por el medio cultural. Si se  cumple con las
bases, estatutos y democracia legal, y queda en mi reemplazo, desde ya
ofrezco toda mi colaboración y amistad.


Por todo lo expuesto a través de este documento, vengo a confirmar un asunto
que por lógica elemental no necesita explicación de ningún tipo, esto es
PRESENTAR LA RENUNCIA INMODIFICABLE E INDECLINABLE A MI CARGO DE PRESIDENTE
ELEGIDO DEMOCRATICAMENTE POR   LA SOCIEDAD DE ESCRITORES DE CHILE. Lo hago
porque siento que el espíritu de los genuinos objetivos para lo cual fue
creada la Institución y para lo cual estaba trabajando, no están presentes
en la ocupación diaria de varios de sus representantes y porque  he perdido
la alegría y la energía que me llevaban a bregar con abnegación por
propósitos esencialmente culturales, que se vieron distorsionados por hechos
extraliterarios ya descritos y por todos conocidos, que  resultan
intolerable para la normalidad  de una persona y que me obligan casi a la
fuerza a ceder mi puesto.

Como escritor y académico quiero regresar a la creación diaria, a la lectura
permanente, a los espacios de desarrollo intelectual que visito desde muy
joven. A pesar de todo lo humillante que me ha tocado vivir últimamente, que
a ratos fue una pesadilla distante de toda creación artística, expreso mi
gratitud por mucha gente que me acompañó en mi gestión, sobre todo a los
sencillos creadores, alejados de rencillas y hambre de poder; a la mayoría
de los escritores asociados y con derecho a voto que me convirtieron en
Presidente, y de forma particular al Director y poeta Reynaldo Lacámara;
como se dice en la vida, mañana o pasado nos veremos por ahí, para saludar
con la frente en alto, como hombre y creador, nunca a la manera de esos
mediocres que abundan y viven en los pudrideros de la oportunidad a todo
precio.



Reinaldo Edmundo Marchant
Escritor