LA PROPIEDAD INTELECTUAL: UN TEMA CIUDADANO


Las 15 asociaciones profesionales de la cultura abajo firmantes de la Coalición Chilena para la Diversidad Cultural queremos subrayar nuestra preocupación frente al hecho de usar el lamentable fenómeno de la piratería industrial en Chile para que, a través de una ley corta contra la piratería, se pretenda pasar de contrabando toda una filosofía del derecho de autor ajena a nuestra idiosincrasia, como es el copyright (que pone su acento exclusivamente en lo comercial y no en el aspecto cultural que emana de toda creación artística), y que además no ha sido explicitada claramente y puesta en discusión entre los creadores y la ciudadanía.

1. La propiedad intelectual debe estar al servicio de los creadores y del patrimonio de una Nación. El quehacer cultural genera creaciones que involucran derechos intelectuales. Esa creación es patrimonio inalienable de los autores como también de la sociedad a la que pertenece, constituyendo estos dos criterios la base de las regulaciones de propiedad intelectual. Por lo tanto no es posible aceptar una reducción de estos principios al pragmatismo meramente comercial, que enajena estos derechos en manos de inversores o productores comerciales. No hay que olvidar que el derecho de autor está consagrado como un derecho esencial, expresamente en la Declaración Universal de Derechos Humanos como en nuestra Constitución Política.

2. Cualquier cambio en las leyes que regulan los derechos de propiedad intelectual es un tema ciudadano y compromete necesariamente el futuro del país. En efecto, toda propuesta de modificación a la Ley de Propiedad Intelectual debe realizarse tomando en consideración la opinión de los principales actores de la creación, de la producción local y la comunidad. Solo una discusión amplia como tema de país puede garantizar un adecuado equilibrio entre los intereses en juego, "convencidos de que un régimen de protección de los derechos de autor adecuado contribuirá a asegurar el respeto de los derechos de la personalidad humana y a favorecer el desarrollo de las letras, las ciencias y las artes".

3. Las negociaciones comerciales a nivel internacional también favorecen la concentración económica en el ámbito de la propiedad intelectual. El intercambio desigual entre las naciones del norte y del sur se ha incrementado en forma geométrica en estas últimas décadas, abandonándose a la vez, extrañamente, la denuncia de esta realidad. Las regulaciones a nivel de los derechos de propiedad intelectual, impuestas a los países en vías de desarrollo, son parte sustancial de la consolidación de esta estructura de la desigualdad entre los países, más aun cuando son precisamente los grandes consorcios económicos los que promueven dichas políticas, ampliando excesivamente el alcance de la protección de la propiedad intelectual, pretendiendo incluso inscribir los conocimientos tradicionales y el genoma humano como propiedad privada, privatizando nuestra humanidad, la vida misma. El debate sobre este tema es un asunto que involucra el futuro y no puede ser tratado solo desde una mirada económica de corto plazo.

Solicitamos al Gobierno, como a los Senadores y Diputados, que en las nuevas legislaciones en materia de propiedad intelectual se garantice una participación efectiva de la sociedad civil, y en especial del sector que agrupa a los creadores y demás participantes de la industria cultural local, buscando que estas regulaciones sean en favor de los creadores y del desarrollo humano y democrático del país, y no a "puertas cerradas" y en beneficio de las industrias de entretenimiento y de los grandes grupos productores de nuevas tecnologías.

Queremos que se persevere en el espíritu que generó las regulaciones de derechos de propiedad intelectual a nivel mundial y nacional, que no es otro que el principio, consagrado en la Declaración de los derechos humanos, del reconocimiento a los creadores y del acceso universal a las obras artísticas, impidiendo transformar el derecho de autor en un simple derecho de copia, como ocurre en las naciones que aplican el sistema del "copyright", el que no tiene un carácter cultural sino industrial, y que resulta totalmente ajeno a nuestro sistema de protección autoral, de raíz humanista.

Es fundamental enfrentar este tema, que está en la base de la riqueza de las naciones en la era de la globalización, desde una perspectiva cultural y social, y no bajo el dominio del prisma comercial o puramente mercantil, buscando el equilibrio entre el derecho a propiedad y los derechos del ciudadano "a gozar de las artes y participar del progreso científico".

Solicitamos no olvidar que estamos legislando desde un país que, si bien es un importante generador de obras intelectuales en el ámbito cultural, es fundamentalmente consumidor en materia de derechos en el campo de las nuevas tecnologías y los productos audiovisuales, por lo que es necesario resguardar la propiedad intelectual de unos, pero a la vez facilitar el acceso y la transferencia tecnológica, y fomentar a su vez el desarrollo de la creación, producción y difusión de las obras artísticas. En ese sentido, llamamos la atención a que la discusión sobre la propiedad intelectual no puede limitarse solo al aspecto punitivo, como se pretende a través de la denominada ley corta contra la piratería, si no que debe significar un desarrollo armónico de las facultades de los autores en beneficio de la comunidad toda.

 

Sindicato de Actores de Chile SIDARTE; Sindicato de Trabajadores de la Música de Chile Sitmuch; Asociación de Editores de Chile EDIN; Corporación de Actores de Chile, Chileactores; Sindicato de Profesionales y Técnicos Cinematográficos de Chile SINTECI; Sociedad de Escritores de Chile SECH; Asociación de Pintores y Escultores de Chile APECH; Prodanza y la Federación Plataforma Audiovisual de Chile que reúne además a la Asociación de Productores de Cine y TV APCT; Asociación de Documentalistas ADOC; Asociación del Cortometraje Chileno ACORCH; Corporación Chilena de Video; Corporación Cinematográfica Chilena y Fundación Chilena de las Imágenes en Movimiento.