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Un elefante
lleva luto por sus parientes
presenta reacciones dramáticas
ante el cadáver de otro elefante.
Respeta huesos y restos
de otros ejemplares de su especie.
Un elefante no necesita patio 29
Cuando reconoce un cadáver de elefante.
regresa sistemáticamente
a investigar los huesos y colmillos
regados por el camino.
Un elefante siempre visita
los huesos de sus parientes.
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Un humano
luce orgulloso su bestialidad
Y vive 80 años.
Vive 80 años
pero maldice su transitoria inmortalidad:
muy poco tiempo para aprender
lo que le está permitido a un elefante.
Luce orgulloso su bestialidad
orondo en su libre albedrío
y en pleno desuso de sus facultades mentales
El año 1944 mi padre tenía 14 años.
Miraba catálogos de las editoriales
en el invierno de Los Ángeles.
Creía saber dónde quedaba
el cementerio de los elefantes.
Y lo sabía.
El cementerio de los elefantes
quedaba en la Editorial Nascimento
en Santiago de Chile.
El panteonero era Arnaldo Cipolla.
Mi padre vivía en Los Ángeles en 1944.
Tenía 14 años
cuando mandó a comprar
El cementerio de elefantes.
*
Mi padre pensaba en los elefantes
pensaba en el futuro.
Papá elefante pensaba que siempre
tendría 14 años
y el tren continuaría
trayendo sus encargos.
Un elefante entra corriendo a una aldehuela de Kenya.
Las calles son estrechas y las casas frágiles.
Un cuerpo de elefante es torpe y es pesado.
La carrera de elefante arrasa con las casas y las cosas.
A eso el hombre lo llama barbarie, devastación,
lo llama violencia, agresión de bestia, lo llama.
No lo llama dolor de animal herido.
No lo llama horror de animal desamparado.
No lo llama animal perdido tras la manada.
*
Entonces el hombre grita
constata lesiones
en la comisaría más cercana a su domicilio,
que ya no existe
porque pasó un elefante desamparado.
Entonces viajan enviados especiales
la televisión se despliega
en efectos especiales.
Corresponsales del mundo
en cadena internacional
mostrarán la masacre,
el exterminio, dicen.
Nadie repara
en un elefante solitario
animal herido
que tiene hambre
y tiene sed
y está perdido
en la evolución.
*
Un elefante mira sus colmillos,
le crecen como dientes de leche.
Pero viene el hombre y se los roba
para peones de ajedrez
figuras de marfil
piezas de dominó
instrumentos musicales
mangos de cuchillo
aisladores eléctricos
bolas de billar.
En elefante blanco
lo transforman.
El resto
se lo disputan
los ilógicos zoológicos.
*
Un hombre
Asesina elefantes
sin medir consecuencias
para el resto de la manada
o desatar estallidos de dolor.
*
Eso no lo entiende el presidente Bush.
Eso no lo entiende el papa Ratzinger.
Eso no lo entendieron nunca
los dictadores latinoamericanos.
*
Los elefantes
visitan a sus enfermos
como manda el cristianismo,
siente algo parecido a la compasión.
Se ayudan se acompañan
cuando están enfermos
y se rinden homenaje
cuando alguno fallece.
*
Una elefanta que agoniza
es una elefanta protagonista.
Entonces recibe asistencia
de alguna hembra de otra familia,
intenta ayudarla a incorporarse
varias veces con sus colmillos.
La elefanta muere
y allí mismo
recibió las condolencias de otras familias.
Muestran dolor por el cadáver,
lo huelen lo tocan
con sus colmillos y patas.
Es genuino interés por sus enfermos
agonizantes o ya muertos,
aun sin tener un vínculo directo.
Aquí cabe entonces
Seguir los consejos de Cortázar
el elefante argentino:
Conducta en los velorios.