Poemas de Manuel Silva Acevedo*

 

Sociedad de mercado

 
Cuánto valen acaso estos días vendidos,
estos huérfanos días cuyo solo propósito
es hacer un depósito en sangre,
afanados en descontar la deuda
que sin querer contrajimos con la vida.
 
Días expósitos,
abandonados en el quicio
de una ajena puerta.
Desquiciados días
en que de sol a sombra te desmembras
por ganar un pan (agusanado).
 
Oh sociedad ideal, para ti el pan
Y para mí el gusano.

 

Plazo fatal

 
El postrer pagaré me aflicciona
con su peso de lápida,
documento diabólico
la sangre me succiona
con zumbido de máquina.
 

En deuda estoy con Dios
y con la Banca.
¡ Prorroga ! imploro
en la fría antesala,
pero en mármol rebotan mis palabras.
¡ Usura ! vocifero,
entonces vienen y me dan como caja.

 

 
 Embargo
 
A horcajadas de mis magras pertenencias
sobre las que pende orden perentoria
                          de embargar,
al manchego caballero me parezco
aunque a hierro perezco
                          por fallo judicial
de la anónima superintendencia.
 

A hierro, sí, pero hierro acuñado,
plúmbeo lingote que se deja morder,
                         mas no tragar,
vil metal que me infiere herida
                         infesta y mortal.

 

 Bancarrota
 
De liquidez no me hablen, estoy hético,
débitos y más débitos se acumulan
                        en columnas de miedo.
No pude levantar la onerosa hipoteca
ni alzar la quiebra que de joroba llevo.
Vivo escondido de mis acreedores,
como urracas me persiguen los protestos,
mis tarjetas de crédito son arpías burlonas
y por si fuera poco tengo orden de arresto.
 
¡ Qué debacle espantosa !
De mi otoñal chequera cuelga
                                    una mustia hoja.
Quién me podrá asistir en la hora
                                   de la bancarrota,
mover la piedra que me aplasta en el fondo
                                   de la bóveda.

 

Lunes negro

 
Algo que está por encima de nosotros
nos levanta en el momento más alto
                                           del amor.
Toda amenaza cesa,
todo pánico se esfuma,
los valores de la Bolsa se van al suelo,
nuestros cuerpos suben a la Gloria.
 
(Del libro Cara de hereje, LOM, 2000).
 

 


*Poeta chileno nacido en 1942. Entre sus obras destacan Lobos y ovejas (1976), Mester de bastardía (1977), Monte de Venus (1979), Terrores diurnos (1982). Otras publicaciones: Poesía: Perturbaciones (1967), Lobos y ovejas (Monte de Venus (1979), Terrores diurnos (1982), Palos de ciego (l986), Desandar lo andado (Ottawa, Canadá, 1988), Wölfe und Schafe (Munich,1989), Canto rodado (Universitaria,1995), Houdini (1996), Suma alzada (FCE, 1998), Cara de hereje (LOM, 2000), Día Quinto (Universitaria, 2002), Lobos y ovejas ( Eloísa Cartonera, Buenos Aires, 2004), Bajo palabra ( CD, 2004).
Silva Acevedo recibió en 1977 el Premio “Eduardo Anguita”. Su obra ha sido parcialmente traducida al inglés, francés, alemán, sueco e italiano.