(Homenaje a cien años. de su nacimiento)
El Padre Hurtado,
va navegando,
capitan de harapos
y pan duro
por las aguas
del Mapocho.
Rumbo al mar,a la costa
de los pescadores,
que comen de la mano de Dios,
su red de cada día.
Navega subterráneo rumbo
a la mina de carbón,
a las poblaciones
de pan incierto.
A los palafitos
alzados
sobre la basura.
Navega hacia los palacios
de las moscas
hacia el dolor
y la humilde esperanza.
El Padre Hurtado,
navega aguas cloacales,
bajo los puentes del río,
bajo la noche,
de tarros y fogatas,
marinería de abandono
de olvidados,
de niñas prostitutas,
que buscan ciegas
el pan de cada día.
El Padre Hurtado va
en su barca fantasma,
con velas y todo
con tripulación y todo
cruzando raudo,
con todos ellos ,
por el ojo de una aguja
hacia el Reino de los Cielos...
(Salvador Michaud Ch.)