(fragmento del libro)

     Nuestra mente es tan poderosa que cuando asumimos una actitud positiva frente a la vida, frente al dolor y la enfermedad, logramos desencadenar una serie de sucesos y cambios en nuestro cuerpo que nos van a ayudar a conseguir la mejoría definitiva y la paz interior que tanto nos hace falta para lograr sanar.
     Son muchos los períodos de mi vida en los que la he visto con ojos negativos, como cubierta de nubes negras, porque la lucha diaria no se me ha hecho fácil y porque de alguna manera tuve que superar ciertas etapas de mi enfermedad (Esclerosis Múltiple) para poder de forma consciente buscar los medios para ganarle la batalla.
     Este libro es el recuento de mi vida, de mi familia con sus defectos y templanzas, de mi lucha diaria, mis virtudes y defectos, mis caídas y mis logros, en fin de todos aquellos momentos que me han dado el carácter que hoy tengo y la fortuna de haber podido vencer de manera consciente un imposible.
     A lo largo de este relato les contaré sobre las personas que han marcado mi existencia de manera positiva, yo las llamo “estrellas de luz”, porque me devolvieron la esperanza, me dieron el valor y las herramientas para seguir luchando cuando me doblegué ante un imposible.

     Este libro es un agradecimiento sincero a la labor que hicieron cada uno de ellos para sacarme adelante y devolverme las ganas de vivir.

     A mis tres hijos y a Sergio, a quienes les ha sido duro en muchos momentos acompañarme en la batalla diaria contra esta difícil enfermedad, también les agradezco por darme los motivos más hermosos para vivir, porque fue por ustedes que en un momento de mi vida decidí seguir luchando, pararme, alzar la frente en alto y caminar de nuevo sin dejarme hundir por esta enfermedad.

     Han pasado ya casi veinte años desde que fui diagnosticada con Esclerosis Múltiple y por fin ahora, después de una serie de sucesos en estos dos últimos años, he entendido cual es el camino para lograr mi recuperación.
     Hace casi dos años, perdí la fuerza en las manos y las piernas, el equilibrio al caminar se me hizo torpe, razón por la cual, tuve que recurrir primero al uso de un bastón y luego a desplazarme usando una silla de ruedas, comencé a ver la vida de otra forma, al principio lloré al sentirme impotente, vulnerable, frágil, pero luego inicié mi proceso de sanación y recuperación y por eso partí escribiendo este libro.