Luciano Díaz


Le dernier poème
                     El último poema no son palabras
que se escriben al final de un libro.
                     
Son unos ojos profundos y bellos
que queman y a la vez acarician.
Ojos que invitan y a la vez prohíben.
Ojos que ya estoy por comprender
pues están impregnados en mi memoria
y colorean las palpitaciones
que manejan la vida.
                     
Esos ojos se levantan cada mañana
y llenan de sol las veredas y los árboles,
las calles y las plazas.
Esos ojos conocen la ciudad y el monte,
se derraman sobre el mar y hacia el cielo.
Esos ojos me miran y se preguntan
si mi corazón palpita
y no saben que cada parpadeo es un latido.
                     
El último poema son esos ojos
y no las últimas letras de un libro.
                     
Esos ojos amanecen sobre los montes
y se ponen en el horizonte del mar,
el corazón.
                     
 

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