Desde
la prehistoria, la humanidad ha debido enfrentar toda clase de
conflictos bélicos, desde ataques con armas primitivas, convencionales,
químicas, atómicas y bacteriológicas. Arriesgando en la era moderna
su exterminio total. Nuestra especie, camina lentamente por la
senda del progreso, como si fuera una sarta de perlas, que disgrega
una a una, al rezar cada misterio de su plegaria a un Dios completamente
desconocido e invisible. Sin embargo, de este deambular incesante
se trata el desafío de la vida; a pesar de los quebrantos, males,
guerras aún habidas y por haber.