Para
nosotros la Internet ha sido nuestro “ lejano
Oeste”, una tierra de conquista donde hemos
querido sembrar nuestra palabra. Para conocimiento
del mundo que en general nos tiene por desconocidos
y lejanos.
Literatura
chilena, editoriales, negocios y mentiras.
A
todo recurre una editorial nacional con tal de conseguir
un negocio y cobrar por la impresión de un libro
a los escritores chilenos.
Este es el caso de Bravo y Allende editores, quienes
no trepidan en tender una verdadera trampa a aquellos
que tienen la mala suerte de acercárseles para
presentarles una obra.
Novelista, pintor y
periodista. Ante la historia literaria ha quedado como
un agudo humorista, especialmente de eventos políticos.
Sus artículos eran esperados con ansias por los
lectores. Póstumamente se reunieron en libro.
Pero su mayor aporte a la literatura chilena está
plasmado en la publicación de dos novelas: Un
muerto de mal criterio y El Socio.
Edmundo Rafael Moure Rojas nació en Santiago
de Chile, en febrero de 1941. Hijo de padre gallego
y de madre chilena, conoció a temprana edad el
sabor de los libros; se familiarizó con la poesía
española y la literatura gallega en la lengua
campesina y marinera de Galicia, en la que su abuela
Elena le narraba viejas historias de la aldea remota.
Fue presidente de la Sociedad de Escritores de Chile,
en 1989. y Director cultural de Lar Gallego desde 1994.
Antología
de escritores chilenos residentes en el extranjero
Publicar una antología de escritores chilenos
viviendo en el extranjero es para nosotros un anhelo
de larga data.
Quisimos conocer a aquellos compatriotas que estando
lejos siguen escribiendo, cierto desde una perpectiva
distinta, extranjera, pero siempre llevando a Chile
en sus corazones. Atentos a Chile. Permaneciendo chilenos
en su fuero más interno.
Ellos son importantes
porque estos escritores (as) son parte de nuestra riqueza.
Constituyen la voz de los nuestros diseminada por el
mundo y una gran experiencia que debemos considerar
y asimilar.
Presentamos aquí el inicio de una serie de cuestionarios
que dirigimos a escritores chilenos para conocer brevemente
su opinión sobre la literatura. El primero de
nuestros interrogados fue el escritor magallánico
Eugenio Mimica Barassi, autor de varias novelas, Premio
Municipal de Literatura de la ciudad de Santiago, y
desde el año1990 Miembro Correspondiente en Punta
Arenas de la Academia Chilena de la Lengua.
El nuestro es uno de los pocos países de la América
Hispana donde se enseña el idioma castellano
y las cátedras llevan el gentilicio de Castilla.
Esto, inferimos, como democrática y respetuosa
actitud frente a los otros tres idiomas peninsulares:
gallego, catalán y vascuense. Con ocasión
de la reciente visita a Chile del periodista y profesor,
amigo Xosé María Palmeiro, mi hija Sol,
desde sus ocho años de edad, le comentó:
“tú hablas gallego y también español,
pero no hablas castellano...”
En Fernando Durán
Villarreal todos los verbos conjugaban el más
amplio de vivir. En la raíz de cada uno habitaba
la fe y la esperanza. En su mirar cupo el panorama
planetario tanto como la intrahistoria individual.
Se dio por aludido a propósito de cualquier
porción de realidad en la que sintiera necesario
el debate ético y el gesto creador. Era un
humanista con pie en lo trascendente. Inclaudicable
en mostrar la soberanía de la persona en la
trama de las circunstancias. Por eso insistió
en la responsabilidad intransferible y en una bien
fundada jerarquía axiológica del ser
humano que es, simultáneamente, intimidad y
convivencia; condición presente y proyecto
de vida; tiempo perecible y apetito de más
allá.
Al llegar Cochrane a Chile, de acuerdo al libro de
Enrique Bunster (Lord Cochrane Editorial Sudamericana
2001), se le dio innumerables banquetes y agasajos.
Mal que mal, era un Lord. No sabían dónde
colocarlo. Hubo fiestas y boato. Mucha recepción
final. El lord era observado con la curiosidad propia
de quienes están tan alejados del Mundo Viejo.
Posteriormente, le fue entregado el mando de la escuadra
nacional y se le confirió el título
de Almirante. No olvidemos que Chile, entonces, era
un país pobre, recién naciendo a la
república y no contaba con medios ni experiencia.
La
muerte de Bolaño generó una amplia resonancia
en el medio literario, en especial desde la voz de
muchos escritores jóvenes. Pocos autores chilenos
de las últimas décadas, y en tan poco
tiempo, han dejado una impronta que otros escritores
aprecian como un camino a seguir y profundizar, tanto
en lo que se refiere a las formas por las que incursionó
su escritura, como a la relación apasionada
de un autor con la literatura. Esto mismo queda confirmado
en el libro “Territorios en fuga. Escritos sobre
la obra de Roberto Bolaño”, recopilación
de ensayos realizada por Patricia Espinosa y publicada
por Frasis Editores, que reúne a un conjunto
de miradas críticas, de lecturas unidas por
el entusiasmo que genera la obra de Bolaño.
30
años de literatura chilena ( una mirada parcial
desde el norte)
Puede
decirse que la literatura chilena se internacionalizó
después del Golpe de 1973. Es verdad que desde
mucho antes Chile gozaba de renombre mundial por sus
poetas; Gabriela Mistral y Pablo Neruda, ganadores
del Premio Nobel, Vicente Huidobro y su Creacionismo
y Nicanor Parra y la Antipoesía. Pero la presencia
literaria de Chile en el mundo asumió otro
aspecto. El golpe forzó a gran parte de los
escritores establecidos y emergentes al destierro,
lo que produjo en su momento, al sumarse al estado
de cosas iniciado en 1973, lo que se llamó
el "apagón cultural", cuyas consecuencias
todavía se dejan sentir.